Los avances realizados durante la última década en inmunosupresión, técnica quirúrgica y anestésica, preservación de órganos, mejor conocimiento de las enfermedades hepáticas y menor manejo post-operatorio de los pacientes sometidos a trasplante hepático, son factores que han contribuido a que la supervivencia de éstos enfermos se situe en el 80% al año, y en 65% a los cinco años.
Actualmente, uno de los mayores puntos de interés sobre el trasplante se centra en conocer si este complejo tratamiento conduce a una vida de mejor calidad; por ello nos planteamos las siguientes hipótesis de trabajo: ¿el trasplante de higado mejora la calidad de vida en enfermos con hepatopatías?, ¿el trasplante hepático permite la reinsección social y profesional con cirrósis hepáticas?, ¿el trasplante hepático permite la reinsección social y profesional de los cirróticos alcohólicos en igual grado que en los cirróticos de otras etiologías?.
Nos planteamos los siguientes objetivos:
1,- La valoración global de la Calidad de vida.
2,- Comparación entre cirróticos alcohólicos no no alcohólicos.
3,- Análisis de la recidiva del alcoholismo en los cirróticos alcoholicos.
4,- Situación emocional de los cirróticos alcohólicos pre y post-trasplante.
El concepto o el término Calidad de Vida ha adquirido un protagonismo ascedente en todas las especialidades médicas. Se ha convertido en un verdadero laberinto, la mayor parte de los autores coinciden en señalar la dualidad subjetiva-objetiva del concepto.
PACIENTES Y MÉTODOS Se han incluido en el estudio 55 pacientes; la media de edad fue de 47 + -10,5 años,con un rango de 7 a 67 años. El seguimiento medio tras el trasplante hepático fue de 25,3 meses, mínimo de 6 meses, máximo de 5 años. El sexo fue de 41 varones y 14 mujeres. El diagnóstico por etiologías, de los 55 pacientes, fue por cirrosis hepática alcohólica 26, por cirrósis no alcohólica 17 y
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