Como consecuencia del contexto climático actual, cuya variabilidad está dominada por el incremento de las temperaturas a escala global durante los últimos 25 años, la caracterización de los escenarios climáticos futuros supone uno de los mayores retos para la comunidad científica. Para mejorar dichas proyecciones, resulta indispensable conocer qué porcentaje del calentamiento actual se debe a factores antropogénicos, y que porcentaje se debe a componentes naturales. Para poder caracterizar la variabilidad natural del sistema climático, es necesario conocer con exactitud la evolución climática ocurrida durante aquellos periodos de tiempo en los que la influencia antropogénica era inapreciable. Dado que en el periodo instrumental (últimos 150 años) su influencia ya era importante, el análisis y creación de diferentes reconstrucciones paleoclimáticas de una zona concreta, constituye una de las principales herramientas con las que cuentan los investigadores para caracterizar dicha componente natural. La presente Tesis Doctoral aborda un estudio exhaustivo de la variabilidad climática ocurrida durante los últimos 1500 años, en un entorno geográfico que destaca precisamente por ser uno de los puntos del hemisferio norte más importantes a la hora de caracterizar su clima: la Península Ibérica. Para ello, se han realizado dos reconstrucciones paleoclimáticas mediante la utilización de diversos proxies contenidos en dos espeleotemas pertenecientes a dos cuevas localizadas en el Principado de Asturias (Noroeste de la Península Ibérica): Cueva Fría, localizada en el concejo de Piloña, y Cueva Vallina, localizada en el concejo de Llanes.
La primera reconstrucción paleoclimática se ha realizado utilizando la variabilidad de la concentración del 88Sr, el 29Si y 27Al a lo largo de los 129.2mm de crecimiento de la estalagmita Sarla en Cueva Fría. Esta reconstrucción nos ha permitido obtener información de la variabilidad de las precipitaciones en el Principado de Asturias durante los últimos 500 años, así como determinar la mayor o menor ocurrencia de fenómenos extremos de precipitación en el entorno de la cueva durante este periodo. En base a la concentración del 88Sr se ha construido un índice de aridez que ha permitido identificar 9 periodos muy húmedos y 7 periodos muy áridos. El evento climático más extremo y duradero en el periodo de estudio es un periodo muy árido ocurrido en el intervalo de tiempo entre el año 1700 A.D. y el 1800 A.D. que parece haberse manifestado además en la totalidad de la Península Ibérica. En base a la variabilidad conjunta del 27Al y el 29Si se ha podido constatar como el periodo de mayor ocurrencia de fenómenos extremos de precipitación se produce en el intervalo de 50 años ocurrido entre 1525 A.D. y 1575 A.D., el de menor ocurrencia durante el periodo muy árido ocurrido entre el año 1700 A.D. y el año 1800 A.D., sin observarse ningún incremento significativo de este tipo de eventos durante el periodo instrumental.
Como consecuencia de la dificultad encontrada a la hora de interpretar los resultados obtenidos de la variabilidad del d18O en la estalagmita, y dado que la principal fuente de la variabilidad isotópica de d18O en las estalagmitas proviene de las aguas de lluvia, se realizó la monitorización exhaustiva de 106 eventos de precipitación durante los años 2015 y 2016, para poder determinar qué tipo de parámetros climáticos son los que condicionan la variabilidad de este tipo de isótopos en los eventos de precipitación, y así facilitar la interpretación de este mismo proxy en los espeleotemas. Numerosos factores meteorológicos y alguno oceánico han sido analizados con ese fin. Destaca la importancia de la zona de recarga de humedad de las masas de aire, su procedencia, el patrón sinóptico que caracteriza las precipitaciones y el tipo de nube que las genera.
Finalmente, como consecuencia de la cronología imprecisa que se generó a partir de 17 dataciones realizadas por el método U/Th en Guillermina, una estalagmita de 300 mm perteneciente a Cueva Vallina, y dada la presencia de variabilidad estacional en el proxy de la concentración de 88Sr, se diseñó una nueva metodología de cálculo de un modelo de edad con resolución anual, mediante la utilización de una herramienta matemática conocida con el nombre de transformada Wavelet continua. Con la ayuda de esta nueva metodología y teniendo en cuenta que el d18O y la concentración del 88Sr nos aportaban información de la temperatura, se ha podido reconstruir su evolución durante los últimos 1500 años en donde se observan periodos puntuales más calidos que el actual en el Óptimo Medieval, y en donde las temperaturas en el máximo de la Pequeña Edad de Hielo y la Época Oscura son equiparables.
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