El dibujo es un medio espontáneo, ubicuo, democrático, inherente al ser humano. Desde la práctica artística, el dibujo se entiende como un medio para registrar nuestras experiencias, como un continuo proceso creativo que permite relacionarnos con el entorno, reinventar nuestras identidades y explorar otras formas de vivir. Por eso, como docentes, es fundamental aportar medios y herramientas para que la expresión gráfica de los niños y niñas sea una prolongación del cuerpo, del gesto, de la persona; un espacio donde acción y pensamiento confluyen.
Sin embargo, en la escuela tradicional no es habitual esta perspectiva. Normalmente, el dibujo se plantea desde metodologías que generan uniformidad y anulan lo personal. El enfoque valorado en las aulas, de acuerdo a la tradición occidental, es el realismo visual, entendido como mímesis o copia de modelos que impone imágenes y esquemas mentales que no son propios de la infancia y, en consecuencia, penaliza aquellas soluciones que escapan de esa norma.
Esta investigación se plantea como una transferencia de conocimiento desde la práctica artística al ámbito educativo para la mejora de la formación del profesorado desde una practica activa, creativa y basada en la experiencia. Entendiendo el dibujo como un medio de acción y de investigación los objetivos principales son: Evidenciar problemáticas metodológicas del alumnado de Magisterio para que en su futuro profesional puedan motivar, fomentar y valorar enfoques educativos basados en la creación artística.
Diseñar y llevar a cabo propuestas y talleres de calidad, basados en el dibujo como medio, lo suficientemente abiertos para que sirvan para reflexionar sobre otros modelos de educación.
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