Han sido estudiados 84 pacientes a los que se les realizó una tomografía computarizada (tc) de cavum. El motivo de petición de esta, fue como prueba complementaria, en primer lugar, para la obtención del diagnóstico y del estadiaje del tumor (54%), como control de la extensión tumoral tras tratamiento paliativo o curativo (39%) y previo al tratamiento (6%). Los diagnósticos de patología tumoral por tc fue corroborado mediante biopsia en el 95.24% de los casos. La tc permite la valoración de áreas de difícil acceso clínico, y lesiones incipientes de localización submucosa. La tc es el método más correcto y preciso para diagnosticar y valorar la existencia y extensión de un carcinoma rinofaríngeo, reconociéndose sus resultados como válidos para realizar el t-estadiaje y posteriormente es el método de elección para establecer el planteamiento del tratamiento y seguimiento del paciente. Se utiliza en el estudio de pacientes con adenopatía cervical cuyo tumor primario es de origen desconocido. La tc permite dirigir la toma de biopsias, así como la vía de acceso más idónea para la disección quirúrgica del tumor.
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