Se estudian 100 pacientes con hipertensión intracraneal benigna (h.I.B.). Las principales conclusiones son: 1.- la h.I.B. Es un síndrome clínico que encierra casos que responden a etiopatogenias diversas. La obesidad -asociada o no a otros factores endocrinos- constituye el principal factor etiopatogénico en las mujeres jóvenes (grupo más frecuente dentro de la h.I.B.). En los niños la ingesta de vitamina A es el principal factor, mientras que los procesos otíticos apenas se observan ya. Para los casos aparecidos en edad tardía, con predominio de varones, no se han identificado factores etiopatogénicos claros. 2.- las secuelas visuales aparecen en un porcentaje bajo, pero no despreciable de casos. Los principales factores que influyen en la aparición de estas secuelas son la hipertensión arterial sistemática y una caída de agudeza visual ya al ingreso del paciente. La mayor parte de las recidivas están desencadenadas por factores sobre los cuales se puede incidir de forma preventiva: aumento importante de peso y supresión de un tratamiento esteroideo. 3.- el análisis comparativo de los diversos tratamientos demuestra, en contra de lo opinado, que los corticoides no deben indicarse como medida de primera elección, que ningún tratamiento es más eficaz para prevenir las secuelas y que las punciones lumbares evacuadoras asociadas a dieta hipocalórica es lo más efectivo para acortar la duración de la enfermedad. El tratamiento quirúrgico, empleado en algunos casos, es muy eficaz para hacer desaparecer la sintomatología, pero no previene las secuelas si se realiza cuando ya existe una afectación visual severa. 4.- en la h.I.B. No existen alteraciones evidentes del eje hipotálamo-hipofisario. Las respuestas infranormales observadas ocasionalmente en las pruebas dinámicas deben ponerse en relación con la obesidad. La aparición de una silla turca vacía sintomática de una h.I.B. Es infrecuente y cuando existe no tiene otras reperc
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