Las aflatoxinas son micotoxinas producidas principalmente por el hongo Aspergillus flavus y la especie estrechamente relacionada A. parasiticus, que contaminan una gran variedad de materias primas, piensos y alimentos. Estas dos especies de Aspergillus son especialmente abundante en zonas tropicales y subtropicales de clima cálido, aunque su distribución se puede extender a otros lugares a consecuencia del cambio climático. Las aflatoxinas principales son B1, B2, G1 y G2, así como la aflatoxina M1 que aparece en la leche de animales alimentados con productos contaminados. Las aflatoxinas están considerados agentes genotóxicos y cancerígenos, clasificados en el Grupo 1 (carcinógenos para seres humanos) por el IARC.
En el presente estudio se ha investigado la presencia de aflatoxinas (AFB1 y AFM1) en productos destinados a la alimentación de ganado vacuno lechero (140 muestras) y en leche cruda de vaca (80 muestras), con métodos validados basados en inmunoafinidad, derivatización fotoquímica y determinación por HPLC con detector de fluorescencia.
Se ha detectado aflatoxina B1 en el 55% de las muestras de raciones completas para el ganado, con una mayor incidencia en pienso completo que en raciones unifeed. La concentración media de aflatoxina B1 en las raciones alimenticias fue 0,61 µg/kg, siendo significativamente superior en pienso completo que en raciones unifeed. Estas diferencias podrían ser debidas a la distinta proporción de concentrados y a la presencia de ingredientes como la semilla de algodón. Respecto de las materias primas analizadas, se detectó aflatoxina B1 en maíz grano y en ensilado de maíz. Dos lotes de raciones alimenticias completas sobrepasaron el contenido máximo de AFB1 de la Unión Europea.
La incidencia global de aflatoxina M1 en leche cruda de vaca fue del 33,8%, con un rango de 11 a 67 ng/kg. El patrón de contaminación reveló una mayor presencia de AFM1 en leche de vacas alimentadas con pienso completo frente a las raciones unifeed, así como en leche de primavera respecto a la producida en invierno. En total, 7,5% de las muestras superaron el contenido máximo de AFM1 de la UE, lo que indica un riesgo de salud pública, por lo que se calculó la exposición dietética de la población.
La tasa global de transferencia de aflatoxinas desde las raciones alimenticias a la leche fue de 3,2%, siendo mayor en las vacas alimentadas con pienso completo y en los ordeños de primavera. En una selección de lotes positivos, la transferencia de aflatoxinas superó el umbral del 6% estimado EFSA para vacas estabuladas de alta producción. Este estudio es el primero realizado en España para analizar la transferencia de aflatoxinas en ganado vacuno lechero.
Finalmente se han investigado estrategias de prevención y reducción del riesgo por aflatoxinas en la alimentación animal, basadas en antifúngicos naturales (ácidos fenólicos) y adsorbentes de micotoxinas. En general, los ácidos fenólicos fueron eficaces in vitro como fungistáticos, aunque mostraron menos capacidad para inhibir la síntesis de aflatoxinas. Por otro lado, los adsorbentes ensayados han mostrado buena capacidad in vitro para la fijación de aflatoxina B1, por lo que serían candidatos adecuados como aditivos tecnológicos para su aplicación en la reducción de aflatoxinas en los piensos.
En su conjunto, los resultados obtenidos indican la necesidad de establecer un plan integral de vigilancia y control de aflatoxinas en toda la cadena de producción, máxime teniendo en cuenta las predicciones de aumento del riesgo en Europa por el cambio climático.
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