La presente tesis doctoral muestra un grupo de mujeres sanas de 45-50 años de edad, premenopáusicas en las que se realiza un seguimiento a 5 años. Se realizó evaluación clínica, escala de riesgo de fractura FRAX, los distintos genotipos de los distintos polimorfismos de distintos genes relacionados con osteoporosis ( los polimorfismos del Receptor de de Vitamina D (VDR-BsmI y VDR-FokI), los polimorfismos de los receptores de estrógenos ESR-PvuII y ERSR-XbaI, el polimorfismo del receptor de Col. Tipo I (Col1A1-SpI) y el receptor de Calcitonina CTR-AluI), marcadores de remodelado óseo (Propéptido N-terminal del procolágeno tipo 1, Fosfatasa alcalina, Fosfatasa alcalina ósea, Osteocalcina, Osteoprotegerina, Fosfatasa ácida tartrato-resistente, C- telopéptido terminal de colágeno tipo I, Deoxipiridinolina, RANK-L y Esclerostina), densitometría ósea y se aplicó el software del Trabecular Bone Score, tanto basal como al seguimiento. Se comprueba cuál de los anteriores es el mejor predictor de pérdida ósea en la transmenopausia.
Se obtienen las siguientes conclusiones: 1) Todas las mujeres al inicio del estudio eran premenopáusicas y presentaban una densidad mineral ósea adecuada según los criterios densitométricos de la OMS. En la perimenopausia y la transición a la menopausia, hay una disminución en la densidad mineral ósea y es mayor en columna lumbar que en el cuello femoral, lo que sugiere que la pérdida ósea posmenopáusica temprana afectó al hueso esponjoso en mayor grado que al hueso cortical 2) Los niveles de marcadores de remodelado óseo P1NP, CTX y OC obtenidos en nuestra población para mujeres premenopáusicas, perimenopáusicas y postmenopáusicas concuerdan con los publicados hasta el momento en población caucásica 3) La pérdida de masa ósea en los 5 años de seguimiento se acompañó de un aumento en los marcadores de recambio óseo P1NP, CTX y OC. Mayores niveles de estos tres marcadores en la perimenopausia se asociaron a mayor descenso en la DMO tanto en columna lumbar como en cuello femoral cinco años después. Los niveles de los marcadores en el momento del reclutamiento por encima del punto de corte establecido presentaron buena capacidad para la predicción de baja masa ósea a través de la transmenopausia 4) Las mujeres con niveles de P1NP elevados al inicio del estudio, presentaron un menor TBS en el seguimiento, lo que indica que el P1NP, no solo puede predecir niveles disminuidos densitométricos de densidad mineral ósea, sino también a nivel de cambios cualitativos en el hueso 5) Los niveles obtenidos de TBS en nuestro grupo de población sana, son similares a los obtenidos en publicaciones previas de similar edad. Todas las mujeres pierden calidad ósea en el seguimiento, siendo significativamente mayor en las que entran en menopausia. Los niveles de TBS se correlacionan con los de DMO tanto a nivel lumbar como en cadera. El hallazgo de una correlación moderada entre DMO y TBS sugiere que estas técnicas miden diferentes características del hueso y podrían usarse de forma complementaria en la práctica clínica 6) En el momento del reclutamiento un 10,9% de las participantes presentaba un TBS inferior al límite de normalidad descrito, a pesar de presentar valores densitométricos dentro de la normalidad. El TBS disminuyó a través de la transmenopausia y todas mujeres con microarquitectura ósea parcialmente deteriorada (bajo TBS) al inicio del estudio presentaron osteopenia u osteoporosis en el seguimiento. Esto sugiere que el TBS podría ser una herramienta útil para detectar mujeres con alto riesgo de desarrollar osteoporosis 7) La frecuencia de nuestros genotipos de los distintos polimorfismos estudiados son superponibles a los de grupos de población caucásica publicados hasta el momento. Las participantes con genotipo Ff y ff de Polimorfismo FokI presentaron un menor valor densitométrico a nivel de cadera y una mayor tendencia a deterioro óseo a lo largo del tiempo que las mujeres que presentaban el genotipo FF
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