Las condiciones de competitividad impuestas a los espacios productivos en la segunda mitad del siglo XX en España provocaron la crisis definitiva de los sistemas rurales tradicionales, acarreando una profunda crisis demográfica que ha resultado especialmente grave en muchas provincias interiores. De entre estos espacios desfavoreceidos, las áreas de montaña no van a escapar a la corriente general con una crisis de despoblación que continúa en nuestros días transformada en una crisis de envejecimiento y hoy se destacan como los sectores más problemáticos y de más difícil solución.
Así pues, la crisis rural, causada por la desintegración del sistema económico rural tradicional, ha ocasionado que en amplias áreas de montaña del interior peninsular se hayan desarrollado, desde mediados del siglo XX, problemas estructurales (ecológicos, demográficos, económicos, sociales y culturales) tan graves que, a pesar de las diferentes políticas territoriales de desarrollo rural aplicadas en los últimos años, todavía a principios del siglo XXI se encuentran amenazadas por una compleja desestructuración demográfica y socioeconómica que compromete seriamente su propia vitalidad en un futuro próximo.
Asimismo, cada vez resulta más evidente que debido a la gran incidencia territorial y socioeconómica de las nuevas actividades económicas que están emergiendo de la comarca de El Barco y/o Valle del Tormes y su entorno geográfico, la Sierra de Gredos, en los últimos años es vital realizar una adecuada ordenación integral y sostenible del medio físico y de las actividades económicas y esta ordenación exige un conocimiento real, auténticamente científico de lo que se pretende ordenar y ninguna rama del saber humano puede proporcionar mejor este estudio previo, absolutamente necesario, que la Geografía.
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