En octubre de 2000 se realizaba la exhumación de “Los 13 de Priaranza” en Priaranza del Bierzo (León), se trataba de 13 civiles asesinados por falangistas en octubre de 1936, cuyos restos habían estado enterrados en una fosa común a la entrada del pueblo durante 64 años. Esta exhumación puso en marcha un proceso memorial que ha tenido un importante impacto social, político y mediático. Con la reaparición de estos cuerpos muchas personas en toda España comenzaron a preguntarse si había llegado el momento de recuperar los restos de su familiar enterrado en una fosa común, cuya muerte fue producto de la represión de retaguardia franquista. Desde ese momento hasta la actualidad más de 700 fosas comunes han sido exhumadas en toda España al amparo de paradigmas transnacionales de derechos humanos y justicia transicional, especialmente a través del denominado “giro forense”, el cual se presenta como el cumulo de ideas, herramientas y prácticas desde las cuales acceder, legitimar y recuperar estos cuerpos a través de procesos científico-técnicos.
Este trabajo propone pensar el impacto que la (re)aparición de los cuerpos de unas personas asesinadas violentamente hace casi ochenta años y enterradas en fosas comunes ha tenido en las culturas memoriales que se han desarrollado en la región del Tiétar (Ávila), una zona en la que este proceso ha sido especialmente intenso y complejo. Las lecturas generales que sobre estos cuerpos se hacen están amparadas en marcos de memoria transnacionales que han ido pasando por diferentes etapas y por las herramientas que propone el paradigma de justicia transicional, pero también por las diferentes lecturas que se han construido desde el proceso histórico propio del país. Si bien el Valle del Tiétar tiene sus especificidades propias, en su desarrollo se han visto reflejadas muchas de las iniciativas, tensiones y logros que el proceso más general ha puesto en marcha.
Tres procesos entrelazados son objeto de esta tesis, y son aquellos que permiten pensar en las dimensiones que intervienen para posibilitar el entierro digno para estos muertos, demandado tanto por familiares como por parte de la sociedad civil. Después de conocer la trayectoria de abandono y de agravio comparativo del que estos muertos han sido objeto, he centrado mi atención en las formas de reaparición de estos muertos a partir del proceso que lo posibilita: la exhumación. Así, una primera línea de investigación se centra en conocer los procesos a través de los cuales estos muertos –asesinados violentamente– y sus cuerpos –con evidencias de la violencia– reaparecen en la esfera pública mediados por el trabajo científico-técnico, el cual viene amparado en unos marcos transnacionales más amplios, que inspiran formas de hacer. A lo largo de tres capítulos propongo conocer los procesos de aprendizaje, negociación y duelo que se han desarrollado en el entorno de la fosa, en el que todos los agentes implicados han tenido que repensar su lugar. Así el capítulo 4 expone una exhumación realizada en un momento muy incipiente de esta etapa y cómo ya pueden rastrearse en ella, algunas de las tensiones que se han constituido como estructurales del proceso. Posteriormente, en el capítulo 5, propongo reconocer la existencia de una jerarquía de saberes –“expertos” y locales– que conviven en el proceso, se necesitan e influencian mutuamente y que han aprendido a coexistir en ocasiones difuminando los límites. En este sentido se analizan las expectativas que genera este conocimiento experto, la interdependencia de saberes para una búsqueda exitosa y de cómo las dimensiones del habla y la escucha, pero también el tacto, proporcionan unos caminos de duelo distintos a los imaginados/ presupuestos. También aparecen aquí formas alternativas de entender el cuidado a los muertos, y a los vivos, entre las personas que interactúan durante la exhumación. Asimismo en el capítulo 6, a partir del desarrollo de tres exhumaciones se exponen diferentes estrategias para afrontar las exhumaciones y para interpretar sus resultados, dando cuenta de cómo se construye el imaginario social en torno al buen o mal hacer, marcados tanto por el giro forense como por las consecuencias del modelo de subcontratación (Ferrándiz, 2013) implementado en España para las exhumaciones. Asimismo, reconociendo que no siempre el resultado de la exhumación es exitoso, propongo pensar algunas tensiones y estrategias que se ponen en práctica cuando los restos no son encontrados.
Otra de las líneas de investigación supuso dar cuenta de las dimensiones que los diversos colectivos memoriales articulan para reincorporar a estos muertos a las comunidades de las que habían sido excluidos. El capítulo 7 entonces, supone un acercamiento a las micropolíticas de reincorporación a la comunidad de los muertos y de los vivos y cómo las dimensiones científicas, culturales, políticas y religiosas intervienen para ello.
Por último propongo conocer algunas de las reapariciones que estos muertos –y muertas– han tenido después de ser exhumados y reinhumados. A partir del caso emblemático de Poyales del Hoyo, que atraviesa toda la etnografía, en el que los cuerpos de nueve de las diez personas exhumadas en fosas de su entorno, terminan en la “Fosa Común” del cementerio, propongo pensar cuán incómoda ha sido su reaparición en el espacio público y las dificultades para reincorporarlos a la comunidad de los vivos a pesar de la existencia de marcos transnacionales que amparan su regreso.
Finalmente propongo pensar cómo el proceso exhumatorio ha permitido conocer, narrar y repensar las violencias contra las mujeres a partir de su aparición en fosas comunes, analizando los discursos que son utilizados para su homenaje y recuerdo a partir de 5 monumentos relacionados con fosas de mujeres y de una obra de teatro que a la vez que produce narrativas diferentes a las monumentales, permite conectar varias de las exhumaciones de la región.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados