Durante los últimos años la situación medioambiental y económica está generando la necesidad e interés por la investigación, desarrollo e innovación en nuevos materiales, así como soluciones constructivas adecuadas al nuevo contexto ambiental, energético y social. Por ello, la utilización del BT se muestra como una alternativa viable en la construcción (Bestraten et al. 2011). La definición de BT que se emplea incluye el bloque de tierra comprimida (en adelante, BTC), el bloque de tierra extruido (BTE) y el adobe, que son los productos que actualmente más se emplean con la tierra cruda como material.
El BTC es una pieza de tierra húmeda, generalmente en forma de paralepípedo rectangular, obtenida por compresión estática o dinámica (Aenor 2008b). El BTE se obtiene por extrusión y el adobe por moldeado. Las piezas se ajustan a la forma del molde donde se realice la compresión, el extruido o el secado, por lo que no tienen un formato estandarizado. Será el propio fabricante quien deba indicar las dimensiones nominales de su producto aunque las medidas usuales son 29,5 x 14 x 9 cm. Según el procedimiento de ejecución, el BT se denomina comprimido (por la acción de comprimir la tierra en una prensa mecánica y un molde) o extruido (resultado del procedimiento de la ejecución similar al ladrillo cocido). El adobe es un bloque macizo de tierra sin cocer y secado al sol, que puede contener paja u otro material fibroso que disminuya la retracción.
La mayoría de las investigaciones consultadas suelen estudiar la respuesta sísmica de las edificaciones y, más recientemente, las propiedades mecánicas, térmicas y la respuesta al agua. Diversos documentos avalan la utilización del BT argumentando aspectos económicos, su reutilización (si no está estabilizado) (Van Damme & Houben 2017), emisiones, toxicidad e, incluso, calidad del aire interior (Pacheco-Torgal & Jalali 2012). El número de investigadores que aportan nuevos datos al conocimiento de este producto ha aumentado en los últimos años (Pacheco Torgal & Jalali 2011).
En el campo normativo son muchos los países que en los últimos años trabajan en la normalización acerca del BT o, de manera general, sobre la tierra cruda. Entre ellos se encuentran Colombia, con su norma realizada en 2005, Perú en 2000 y España en 2008, como normativas más recientes. Además deben señalarse países como Brasil, India y Nueva Zelanda que disponen de normativa sobre construcción con tierra (Jiménez & Cañas 2006; Lehm 2014). Es importante resaltar la existencia de documentos que, sin tener el carácter de normas o reglamentos, tienen importancia en ciertos países como es el caso de los emitidos en Alemania y Australia. En el año 2008 AENOR publicó la norma UNE 41410:2008 denominada Bloques de Tierra comprimida para muros y tabiques. Definiciones, especificaciones y métodos de ensayo en la que incluía la definición, especificaciones y ensayos para los BTC. Sin embargo, España aún no cuenta con una normativa que refleje aspectos referidos al uso del adobe.
No hay duda de que durante los últimos años se ha progresado notablemente en el estudio del BT por medio de una producción científica de calidad apoyada por la definición de normativa y la difusión de manuales específicos. Sin embargo, el avance científico no se corresponde con un aumento significativo de la confianza del técnico proyectista hacia la utilización del producto. Aún se ocasionan ciertas dudas sobre la idoneidad de las soluciones constructivas que son posibles desarrollarse con BT. En particular, soluciones constructivas que garanticen la durabilidad. Dar respuesta fundamentada a las múltiples dudas que puede tener el usuario de BT en España, se considera como un avance importante para conseguir que este producto adquiera un protagonismo relevante.
Asímismo, es fundamental analizar los conocimientos existentes en esta área de investigación para recopilar y difundir determinaciones constructivas sobre el BT basadas en la durabilidad del producto. En este contexto, el trabajo trata de contribuir al desarrollo de una herramienta analítica sencilla que de soporte en la toma de decisiones ligadas a la construcción con BT. Se pretende diseñar una herramienta, denominada Estudio de Viabilidad Constructiva (EVC) para evaluar y comparar las consideraciones tomadas en las primeras fases de un proyecto arquitectónico con las determinaciones constructivas recopiladas. Para ello, se utilizan indicadores cuantitativos sobre las consideraciones del proyecto arquitectónico argumentadas en las determinaciones recopiladas del conocimiento científico. Por tanto, los resultados de la evaluación son entendidos como grados de idoneidad del uso del BT para dicho proyecto arquitectónico. Así mismo, se pretende que los resultados de la evaluación contribuyan a la mejora de la definición de los proyectos arquitectónicos en el sector de lo constructivo y sólo para obra de nueva planta.
Para el desarrollo de la herramienta se han seleccionado casos de obras de nueva planta y, de ellas, sólo el elemento de muro de fábrica que hace de cerramiento y portante o no, ya que es el elemento más frecuente en las obras analizadas y con mayor número de exigencias. Como ya se ha indicado, se evalúan solo aspectos constructivos del proyecto, aunque también se consideran esenciales aspectos como los económicos, productivos, sociales o las implicaciones del BT en la rehabilitación, que se plantean como futuras líneas de trabajo.
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