Resumen de Making a name for anonymous. Digital culture , anonymous publics and transgressie subjectivities
Pedro Miguel Da Palma Santos Jacobetty
Recientemente, investigadores de diversos campos de las ciencias sociales se han enfocado en los impactos sociales, culturales y políticos de los medios digitales. Para dar cuenta de los procesos específicos detrás de la formación de Anonymous, yo desarrollo un marco microsociológico para el análisis de formas globales “desencarnadas” de sociabilidad, anclando estas formas en la reciprocidad intersubjetiva mediada. Para ir más allá del énfasis en el lenguaje como función integrativa de la sociedad de la sociología interpretativa, privilegié las dimensiones de la temporalidad, los ritmos y los patrones en mi análisis. También me enfocé en cómo los colectivos de Internet "desencarnados" se construyen en pantallas de computadora, terminales y las redes digitales que los conectan. Mi análisis tiene en cuenta esas temporalidades, proyecciones y reflexiones, que apuntan a los componentes no simbólicos de la socialidad mediada. Esas interconexiones dinámicas detrás del colectivo Anónimo se acercan a través de las nociones de públicos, redes y enjambres.
Anonymous es resultado de la conciencia de que los artefactos y las huellas digitales sirven a la vigilancia e identificación - como los documentos personales y los registros organizativos - la construción de Anonymous se basa en la ofuscación de las conexiones "offline" para la desorganización de las redes digitales y de los procesos de producción de significado. Esto es un desafío para los análisis que privilegian la coproducción de objetos y conocimientos. Particularmente, cuando los sujetos de investigación se orientan intencionalmente hacia el desorden de las condiciones de clasificación, estabilización y fijación. La "entidad" Anonymous actúa como camuflaje material, permitiendo la acumulación y la libre apropiación de su poder simbólico: es una presencia / ausencia material-semiótica generativa.
Mi enfoque no se limita a la producción de artefactos digitales, integrando objetos de conocimiento, objetos culturales, técnicas, iconografía, géneros, e incluso la palabra "Anonymous". Seguí los objetos fronterizos que unen y separan el mundo invisible del anonimato colectivo en Internet - donde la manifestación pública no compromete la privacidad - y el mundo de las instituciones y organizaciones - de los nombres y las caras.
Lo que se "pierde" o se borra en la práctica es la posibilidad de cerramiento y de evaluar contextos de prácticas e intenciones. El resultado es la construción material y semiótica de una "zona" de contingencia y caos, produciendo simultáneamente parches de estabilidad que integran el proceso constante de su propia transformación y subversión.
Esa zona existe en los márgenes de los canales mediados, donde los diferentes mundos sociales, circuitos de conocimiento y círculos de sociabilidad se unen y se superponen.
Concebo plataformas de subjetivación como funciones de las prácticas materiales, semióticas y discursivas, a través de las cuales se desestabilizan y se reorganizan redes híbridas, creando rupturas y llenando vacíos, posibilitando experiencias y conocimientos alternativos. Para rastrear la formación de Anónimo, privilegié los objetos digitales y los discursos en contexto, analizando páginas web viejas, aparentemente irrelevantes o archivadas, un método que denomino "arqueología de Internet". Tracé el desarrollo de un medio particular, el 4chan imageboard anónimo, que otros estudiosos han asociado con el lugar de nacimiento de Anonymous. En este sitio web hay una suspensión del tabú, pero también de la creencia, ya que el engaño y la disimulación, o "bait" en la jerga del troll, son prácticas comunes. Este escenario contrasta con los típicos paisajes limpios de las redes sociales y las esferas públicas en línea que albergan rituales de autorrepresentación y perfiles públicos en los que los temas socialmente valiosos son consagrados y apreciados. Los tableros anónimos privilegian las subjetividades relacionadas con la desviación, el riesgo, el peligro, la toxicidad, la insalubridad, la impopularidad, la vergüenza, el tabú y todo tipo de "monstruos" sociales.
También seguí a los movimientos del colectivo a través de diferentes periodos y ecologías digitales, considerando cómo la producción de infraestructuras de comunicación digital y representaciones de sí mismo amplió aún más las asociaciones materiales y semióticas detrás de Anonymous. A pesar de ser casi invisible, este colectivo distribuido y descentralizado tiene capacidad para reaccionar rápida y eficazmente, manifestando rápidos cambios y versatilidad en términos de escala de acción y táctica. Como tal, es capaz de generar eventos espectaculares que capten la atención de los principales canales de comunicación y que se utilizan para señalar cuestiones que se consideran de interés público. Así, adquiere el poder de fijación de la agenda y es capaz de extender su alcance mucho más allá de los círculos restrictivos de la sociabilidad digital anónima.
En el campo de la ciencia política, se ha desarrollado la noción de "acción conectiva", enfatizando el papel de la comunicación, la expresión flexible y las creencias personales en las redes de acción distribuida. Las nociones de política personalizada o cotidiana parecen describir adecuadamente el lugar de Anonymous en el panorama político actual.
Señala la calidad auto-motivada de la acción, derivada de las ideas internalizadas, planes, imágenes, y el compartir de recursos. Sin embargo, ese mismo concepto obscurece los procesos reales a través de los cuales estos elementos difusos "se agregan" en la formación de redes de cooperación metaestables, o cómo los nuevos medios y los canales de comunicación de Internet se articulan en formas semianorganizacionales. Para superar esa limitación, combino perspectivas de la semiótica, la teoría social y la teoría política para entender cómo esas morfologías teóricamente definidas se construyen en la práctica. Para ello, abordo dos cuestiones centrales para la política: la organización y la representación.
El método activista de Anonymous consiste en diversas campañas basadas en Internet, protestas y acciones directas entre las lógicas del activismo, los movimientos sociales, los públicos digitales y las culturas de fandom. En línea con la teoría de Acción Conectiva, se esfuerza por la inclusión, convirtiéndose en una plataforma abierta a la apropiación. Su morfología no sigue roles específicos, sino que está compuesta por redes descentralizadas y semi-autónomas, células y agentes solitarios. Los procesos de representación también debe considerarse en su carácter simbólico y no simbólico. La actividad de Anonymous tiende a unirse en torno a signos, en particular iconos – signos que representan objetos por analogía, o metáfora, como el diagrama, que muestran una estructura parecida. Esta forma de representación dio origen a la iconografía que representa las conexiones de Anonymous y entra en relaciones equivalentes con demandas políticas insatisfechas. A través de esas enunciaciones icónicas, un sujeto político se construye materialmente -las imágenes de la máscara y el traje sin cabeza, el dispositivo retórico "tú eres anónimo" representan tanto la dinámica interactiva digital del colectivo como un demos, el "ciudadano anónimo global" de Internet". Estas observaciones explican la aversión al simbolismo, la identidad y la ideología en las redes de acción distribuida - la auto- organización autónoma se asocia con el rechazo del patrón externo. El consenso, las formas de identificación y la formulación de las cuestiones se realizan a través de la precária construcción intersubjetiva y (re)producción de las propias redes de acción.
