Esta tesis investiga la esperanza que algunas personas depositan en la posibilidad de transformar la sociedad a través de la tecnología, de una tecnología específica de Internet: los blogs. Para muchos de aquellos con los que conviví durante mi trabajo de campo, los blogs son una revolución que va a transformar la sociedad, o que de hecho la está transformando durante el momento en que se realiza mi investigación. Hay quienes consideran que a través de los blogs y de su práctica de bloguear se abre la posibilidad de elaborar nuevos modos de hacer ciencia, para otros son una forma diferente de desarrollar el periodismo, una herramienta para nuevos modos de hacer política o un medio y contexto para transformar la educación. Esas son algunas de las expectativas en las cuales se explicitan sus esperanzas y que circulan en España durante los 18 meses de mi trabajo de campo durante 2006 y 2007. Pero antes de entrar en detalles es necesaria una breve mención sobre la tecnología a la que me refiero.
El nacimiento de los blogs suele ubicarse en el año 1997, aunque hay algunos bloggers que lo trasladan incluso al mismo comienzo de la World Wide Web señalando la primera página web que elabora su inventor Tim Berners Lee como el primer blog (Orihuela, 2006). Una fecha clave es el verano de 1999, momento en que se crean en EE UU las primeras infraestructuras blog, servicios que ofrecen la posibilidad de elaborarlos fácilmente y de manera gratuita, desde cualquier parte del mundo (que disponga de conexión a Internet y que no esté censurada). Un individuo se da de alta y puede comenzar a escribir, y todo lo que publique aparecerá ordenado cronológicamente en la página web de su blog, accesible a cualquiera con acceso a Internet. Diez años después de su nacimiento, en 2007, se manejaban cifras según las cuales había unos 70 millones de blogs en todo el mundo (Sifry, 2007), una rápida extensión y asimilación similar a la experimentada por otras tecnologías de Internet. En esa década, los blogs y los bloggers que escriben intensamente a diario discutiendo asuntos de política, deportes, tecnología o sus vidas cotidianas, aparecen en la portada de diferentes revistas de tirada mundial como Time o BusinessWeek y se hacen un hueco en la primera página de medios de comunicación españoles como El País. Las empresas, los medios de comunicación y los partidos políticos comienzan a mostrar un intenso interés por ellos: algunos políticos abren sus propios blog como una forma para acercarse y acercar la política a los ciudadanos, dicen. En esa efervescencia se organizan eventos y reuniones de bloggers y se realizan publicaciones donde se consignan las promesas de que a través de los blogs se puede transformar la sociedad.
Esas promesas constituyen un elemento fundamental de la práctica que constituye el referente empírico de mi investigación. O dicho de otra manera, mi etnografía se ocupa de personas que bloguean y que tienen la firme esperanza de que pueden transformar la sociedad a través de su práctica; están plenamente convencidas de ello y lo experimentan en carne propia en su cotidianidad. Pero, ¿qué significa transformar la sociedad? Significa, como he señalado, habilitar nuevos espacios para el desarrollo de la política, con nuevas reglas y nuevos protagonistas; para otros significa reformular los planteamientos clásicos de la educación, disolver los modelos jerárquicos de la empresa o desplegar las condiciones para nuevos modos de difundir el conocimiento y hacer ciencia, habilitando espacios de relación entre la academia y quienes antes eran su público. Una enorme esperanza acompaña a los blogs en la década que va desde su nacimiento hasta el momento en que se desarrolla mi trabajo de campo; una esperanza que viaja y se extiende alrededor del mundo de manera concomitante con el despliegue de la infraestructura material de esta tecnología.
Mi proyecto, que comenzó como una indagación en las formas de sociabilidad mediadas por esta tecnología, acabó por orientarse hacia una práctica específica de bloguear, la que he designado como el bloguear apasionado, y hacia una dimensión particular de esta práctica: la esperanza. Mi trabajo investiga esa esperanza que emerge en torno a los blogs y las expectativas que la acompañan. A lo largo de las siguientes páginas intento contestar a una serie de cuestiones que gravitan en torno a esos conceptos fundamentales, la esperanza y las expectativas:
- ¿Cuáles son las expectativas que se depositan en los blogs?, ¿cómo se elaboran? y ¿qué relación tienen con las utopías de Internet previas? - ¿Cómo se hacen presentes las expectativas tecnológicas en la práctica cotidiana de las personas?, ¿qué entidades toman parte en su producción? y ¿cómo circulan? - ¿Cuál es la relación entre las expectativas y la esperanza? y, si ambas se orientan al futuro, ¿qué relación mantienen con el presente y el pasado? - ¿Quiénes se esperanzan? y ¿cuáles son las condiciones de posibilidad para ello? - Y finalmente: ¿cómo emerge la esperanza? y ¿qué entidades toman parte en las instancias de esperanzamiento? El objetivo de esta tesis es por lo tanto investigar en la emergencia de la esperanza que resulta cuando algunas personas deciden practicar una tecnología particular: los blogs. Mi intención no es caracterizar la esperanza, no pretendo únicamente señalar aquello que se espera, "lo esperado", que muy habitualmente está delimitado por los discursos de las expectativas. Mi objetivo es desvelar las instancias de esperanzamiento entre los bloggers y las condiciones de posibilidad que hacen posible la emergencia de esa particular orientación hacia el futuro que denomino como esperanza, así como su circulación y sostenimiento a lo largo del tiempo.
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