Las guías de práctica clínica recomiendan la realización de una sobrecarga oral de glucosa (SOG) en pacientes con enfermedad cardiovascular establecida. Desconocemos su utilidad en pacientes sometidos a intervencionismo coronario percutáneo. Se llevó a cabo un estudio prospectivo de cohortes, incluyendo a 245 pacientes sometidos a ICP en el Hospital Virgen de la Victoria entre el 5 de Mayo de 2.005 y el 11 de Diciembre de 2.007. Se excluyeron a diabéticos conocidos. Según la SOG durante el ingreso el 34% tenía intolerancia a hidratos de carbono y el 28% eran diabéticos. Se realizó una 2ª SOG al mes, siendo baja la concordancia (K=0,28; p=0,008). La clucemia en ayunas (OR 1,039; IC 95%: 1,006-1,074 p=0,020), el sexo femenino (OR 6,757; IC 95%: 1,125-40,000 p=0,037) y el perímetro de cintura (OR 1,106; IC 95%. 1,017-1,202 p=0,018) fueron factores predictores independientes de SOG anormal. Tras un seguimiento clínico medio de 18+/10 meses no hubo diferencias significativas en la supervivencia libre de eventos cardiovasculares según la SOG, tal vez por la baja incidencia de eventos. La diabetes de novo diagnosticada por la SOG fue un factor predictor independiente de la afectación de segmentos coronarios proximales (OR 4,646; IC 95% 1,074-20,100 p=0,040) y de una puntuación superior a 4 en el Duke Jeopardy Score (OR 2,314; IC 95% 1,027-5,215 p=0,043). El test más adecuado para identificar a sujetos que iniciaron tratamiento con hipoglucemiantes fue la SOG realizada al mes. (ABC de curva ROC. 0,942; IC 95% 0,885-1,000 p=0,001).
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