Objetivo: Analizar el estado de la función tiroidea en el screening gestacional del primer trimestre y la situación de yododeficiencia o de yodosuficiencia mediante el análisis de los resultados de las yodurias realizadas, así como establecer los valores de referencia propios de TSH y T4L en el primer trimestre de gestación del Departamento de salud de La Ribera.
Metodología: Estudio observacional, descriptivo, transversal y analítico multivariable de carácter exploratorio. Se estudiaron a las gestantes que acudieron por primera vez a la consulta de la matrona desde el 15 de septiembre de 2014 al 15 de enero de 2015 en los Centros de Salud del Departamento de Salud de La Ribera que cumplían con los criterios de inclusión. La muestra se ha seleccionado mediante un procedimiento de muestreo consecutivo (n=261).
Resultados: Se observa un incremento de TSH estadísticamente significativo (p<0,05) en la costa con respecto al interior. El intervalo de referencia propio de TSH es de 0,128 a 4,455 mUI/L y de T4L es de 0,9 a 1,56 ng/dL. Encontramos una reducción estadísticamente significativa entre los niveles de TSH de la 1ª y la 2ª analítica. La reducción de TSH entre analíticas responde a la ecuación -0,103 - (0,022 * Días transcurridos). La reducción de TSH es mayor en las gestantes que consumen sal yodada. La mediana de yoduria se sitúa en 57 μg/L con un intervalo intercuartílico de 33,3-101,3. Encontramos correlación entre el nivel de yoduria y la TSH, tanto en 1ª analítica (p=0,013) como en 2ª (p=0,033). Se encontró diferencia significativa (p=0.028) entre los valores de yoduria del grupo que consumía sal yodada (65,37 μg/L; 37,6–100,6) y las que no (50,68 μg/L; 28,09–102,73). El nivel de yoduria de las gestantes está dominado por el consumo de suplemento yodado, seguido del consumo de sal yodada y por el consumo de multivitamínicos. Encontramos un incremento estadísticamente significativo (p<0,05) del nivel de yoduria en las mujeres que toman suplemento yodado con respecto a las que no. La variable con más importancia en el nivel de TSH es el consumo de moluscos (100%), seguida del consumo de leche (89,4%). La variable con más importancia en el nivel de T4L es el consumo de leche (100%), seguida del consumo de pescado (75,1%) y de moluscos (48,1%). Encontramos un descenso estadísticamente significativo en los valores de TSH entre el grupo de gestantes fumadoras con respecto a las que no fuman (p<0,05). Analizando los niveles hormonales y de yoduria de las fumadoras con respecto al consumo de suplementos yodados, encontramos un incremento de T4L de 1,13 a 1,23 ng/dL (p<0,05) en las que no toman suplemento yodado y un incremento de nivel de yoduria de 34,96 a 95,75 μg/L en las fumadoras que toman suplemento yodado (p<0,05). El análisis multivariante de la relación de las diferentes variables en la yoduria, encontró significación estadística en la TSH, consumo de sal yodada, consumo de suplementos yodados y número de gestaciones. La TSH explica el evento de ser yododeficiente. A más TSH, más probabilidad que ocurra el evento de ser yododeficiente sobre la posibilidad de que no ocurra. A más consumo de sal yodada y suplementos yodados, y más gestaciones, menor probabilidad de ser yododeficiente. Encontramos asociación entre la T4L y la yoduria (p<0,05). El hecho de tener un nivel de T4L por debajo del límite establecido por la asociación americana de tiroides de 0,9 ng/dL, incrementa por 4,958 la probabilidad de ser yododeficiente.
Conclusiones: Las mujeres estudiadas, en un porcentaje muy alto, se encuentran en una situación de yododeficiencia en el momento actual, teniendo en cuenta los resultados de yoduria obtenidos, inferiores a los criterios establecidos por la OMS. Es imprescindible la prescripción de suplementos yodados en dosis de 200 μg/yodo/día previamente y durante el primer trimestre. Los valores de referencia para las gestantes en el primer trimestre del Departamento a estudio se concretan para la TSH en 0,128-4,455 mUI/L y para la T4L en 0,9-1,56 ng/dL. Existe correlación lineal entre la valoración de TSH y los días transcurridos entre analíticas. La TSH disminuye un promedio de 0,022 mUI/L por cada día que transcurre desde la primera analítica a la de control. Es necesario confirmar la TSH alterada antes de iniciar cualquier tratamiento. Las mujeres que toman sal yodada e inicialmente tienen una TSH> 2,5 mUI/L tienen un decremento de TSH entre analíticas mayor que las mujeres que no la toman de forma habitual. Las mujeres que consumen sal yodada incrementan significativamente su nivel de yoduria. El consumo de sal yodada es inferior al recomendado por la OMS por lo que es necesario recomendar su uso. Una T4L baja se relaciona con un riesgo 4 veces mayor de yododeficiencia. Existe correlación lineal entre el nivel de yoduria y la TSH. Las mujeres con TSH aumentada tienen una mayor probabilidad de ser yododeficientes. Se incrementa la probabilidad de ser yododeficiente si la T4L se encuentra disminuida. Las gestantes que consumen suplemento yodado tienen niveles de yoduria significativamente mayores que las que no lo consumen. La población estudiada puede sufrir trastornos por déficit de yodo. La ingesta de suplementos yodados se ha realizado de forma tardía al no existir diferencias significativas entre el grupo que afirma cumplimentar el tratamiento con yodo y las que no. Es necesario que la suplementación yodada se extienda a todas las mujeres en edad fértil que deseen ser madres. El nivel de yoduria está dominado por el consumo de suplemento yodado, seguido del consumo de sal yodada, además por el consumo de moluscos, crustáceos y leche. La variable más importante con respecto a la TSH es el consumo de moluscos seguida del consumo de leche. Se observa que el consumo de leche, seguido de pescado y moluscos influye sobre la T4L. El consumo de sal yodada, la ingesta de suplementos yodados y el número de gestaciones disminuye la probabilidad de ser yododeficiente. En la población a estudio el hábito tabáquico produce un descenso significativo de TSH, aunque en menor medida en las mujeres que están suplementadas. Consideramos que está justificado el cribado universal tiroideo durante el primer trimestre de gestación para identificar situaciones de riesgo y garantizar el bienestar del binomio madre-hijo.
Palabras clave: Yodo, deficiencia de yodo, suplementación de yodo, gestación, hormonas tiroideas, screening tiroideo, valores de referencia.
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