Introducción: Varios estudios han encontrado asociación entre la presencia de fibrilación auricular (FA) y una tasa de filtrado glomerular estimado (TFGe) reducida. Objetivos: El objetivo principal del estudio es evaluar el efecto de una estrategia de control del ritmo de FA, ablación de venas pulmonares (VVPP) o cardioversión eléctrica (CVE), sobre la función renal. Otros objetivos secundarios son la cuantificación de distintos biomarcadores para analizar su evolución tras la estrategia de control de ritmo, así como valorar la calidad de vida de los pacientes antes y después del control del ritmo. Métodos: Estudio de cohortes prospectivo de pacientes con FA que fueron remitidos a nuestro centro para ablación de VVPP o CVE con seguimiento de un año. La TFGe se estimó mediante la fórmula CKD-EPI de forma basal, 3 y 12 meses. Se realizó un test de calidad de vida en el momento basal, 3 y 12 meses. Se midieron biomarcadores antes de la ablación o CVE y a los 12 meses. Resultados: En el grupo de ablación de VVPP, se estudió a 124 pacientes (edad, 55 ± 10 años; el 69,4% varones); 75 presentaban FA paroxística (60,5%). La media de la TFGe basal fue de 90,8 [77,8-100,0] ml/min/1,73 m2. La TFGe se incrementó al final del seguimiento, con diferencia estadísticamente significativa entre los pacientes que habían sufrido recurrencia a los 12 meses y los que no (–1,1 [–6,0 a 8,8] frente a 7,1 [–0,6 a 14,2] ml/min/1,73 m2; p = 0,017). La mejora de la TFGe a los 12 meses fue inversamente proporcional a la TFGe basal. Dentro de los biomarcadores, se encontró mejoría de las cifras de péptido natriurético cerebral (BNP) y corina, mientras que los niveles de galectina-3 se elevaron de forma significativa. La calidad de vida mejoró tras la ablación, con diferencias significativas a favor de los pacientes que no tuvieron recurrencias. En el grupo de CVE, se incluyó a 92 pacientes con FA persistente, con una edad media de 64 ± 11 años (30-84 años), 52 eran varones (56,5 %). La TFGe basal fue de 86,5 [74,6-97,6] ml/min/1,73 m2 y la creatinina basal fue de 0,80 [0.72-0.94] mg/dl. Al año de seguimiento y en el total de pacientes, la TFGe se redujo de 86,5 [74,6-97,6] a 84,5 [71,7-95,1] ml/min/1,73 m2 (p=0,002) y la creatinina aumentó de 0,80 [0,72-0,94] mg/dl a 0,83 [0,74-0,97] mg/dl (p=0,005). La TFGe se redujo de media al final del seguimiento, sin diferencia estadísticamente significativa entre los pacientes que presentaron recurrencia a los 12 meses y los que no (-2,9 [-9,7 a 2,8] frente a –2,0 [–6,7 a 2,7] ml/min/1,73 m2; p = 0,387). Las cifras de BNP y corina mejoraron a los 12 meses, mientras que las de galectina-3 se elevaron, sin relación con la TFGe. No hubo diferencias en la puntación del test de calidad de vida. Conclusiones: La ablación de VVPP produce una mejoría en la función renal medida mediante TFGe al año de seguimiento, siendo más marcada en los pacientes sin recurrencias. Sin embargo, la estrategia de CVE no ha conseguido demostrar mejoría de la TFGe en el seguimiento. Los niveles de BNP y corina mejoran al año de seguimiento en ambos grupos, mientras que la galectina-3 no mejora en ninguno de los dos grupos. La calidad de vida mejora tras ablación de VVPP, con diferencias estadísticamente significativas a favor de los pacientes que no presentaron recurrencias. En los pacientes del grupo de CVE no hubo diferencias en la calidad de vida.
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