El melanoma es una neoplasia maligna de melanocitos y dentro de los tumores cutáneos uno de los más agresivos, debido a su capacidad de producir metástasis [1]. Los melanocitos derivan de las células de la cresta neural y se distribuyen principalmente en la epidermis basal y en los folículos pilosos , a lo largo de las superficies mucosas, meninges y en la capa coroidea del ojo, tienen como función principal la protección de la piel[2]. Cuando el ADN se daña por los rayos UV, los queratinocitos de la piel producen la hormona estimulante de los melanocitos (MSH) que se une al receptor de melanocortina 1 (MC1R) en los melanocitos para inducir la producción y liberación de melanina. El pigmento de melanina funciona como un escudo para la radiación UV, evitando así una mayor alteración del ADN [3].
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