El acontecimiento es uno de los conceptos más controvertidos de la filosofía contemporánea. Este no sólo reconfigura el presente y delega un futuro impensable sin él, sino que tiene la capacidad de redimensionar y articular el pasado que lo antecede para que este pueda explicarse: una guerra, un desastre natural, una pandemia, una sonata, un libro… Todos estos eventos actúan como mecanismos espontáneos para comprender la realidad. La situación de realizar proyectos de arquitectura en entornos de crisis, al mismo tiempo que se desea mantener un alto nivel de ambición proyectual e intelectual, resulta una labor difícil de conciliar dentro de una realidad que se moldea continuamente fuera del entorno académico. Así, la práctica, la enseñanza y la investigación de la arquitectura se alejan poco a poco de las contingencias del propio edificio. Sin embargo, existe un modelo de arquitecto de múltiple vocación o teórico francotirador que, comprometido con unas nuevas estrategias de realización, combina la práctica paralelamente con la docencia, la investigación y la publicación, construyendo un discurso trasgresor capaz de conciliar con las fuerzas externas que rigen y determinan nuestra disciplina dentro y fuera de la academia. Por tanto, la pedagogía del proyecto arquitectónico es deudora no sólo de su figura, sino de los libros que este produce -sospechosamente concebidos en contextos de crisis-. Entendamos que este tipo de profesor entrena y elabora una “metodología intelectual de proyecto”, y que sus libros fundan, sistemáticamente, una teoría que se utiliza a su vez para enseñar. Bajo esta hipótesis parece útil construir una genealogía que rastree la presencia de estas publicaciones en nuestro marco pedagógico actual, entendiendo que estas pueden actuar como vehículos de capacidad suficiente para visibilizarlo y hacernos conscientes de él, pues son evidencia de ese conocimiento combinado entre academia y realidad que tanto demanda nuestra profesión. Pero ¿qué libros han formalizado una ruptura con su pasado inmediato hasta el punto de convertirse en instrumentos definitorios de nuestro marco pedagógico contemporáneo? Learning from Las Vegas, 1972 (LLV) fue el caballo de Troya de su tiempo. Dividió la academia occidental en medio de un contexto convulso en plena crisis del 68. Aunque casi todas las universidades del globo son deudoras de los procedimientos de este studio hecho libro, pocos saben que nace de la insurrección académica de Denise Scott Brown trasvasando una pedagogía “ilegítima” hacia los talleres de proyectos. No obstante, el libro cuestiona y desafía la idea de investigación en arquitectura, al no plantear la transferencia fundamental entre el análisis previo y su aplicación en una propuesta de diseño. Sin embargo, treinta años más tarde se publica Made in Tokyo, 2001 (MT), hijo de la recesión causada por una de las mayores burbujas especulativas de la historia económica moderna. Mientras el libro contribuía con el discurso teórico de su tiempo, Atelier Bow-Wow también proporcionó un método útil y aplicable -heredado de Wajiro Kon; The Architectural Detectives Agency y The Street Observation Society, encabezados por Terunobu Fujimori-, soportado en un lenguaje casi científico que ha conseguido desatar un acontecimiento académico global, tal y como se pudo constatar en Architectural Ethnography, en la XVI Bienal de Arquitectura de Venecia de 2018. A través de la exposición de los behind the scenes de ambas ideas editoriales, y acudiendo a conversaciones con sus autoras, Denise Scott Brown y Momoyo Kaijima, se expondrá al lector la necesidad de una pedagogía dibujada en la arquitectura capaz de negociar con las nuevas condiciones del siglo XXI. Este itinerario se desarrollará bajo la mirada del educador, apoyando su recorrido en los tres elementos fundamentales para la elaboración de todo tipo de conocimiento: los contenidos, los métodos y los lenguajes.
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