Toda intervención quirúrgica determia alteraciones (como respuesta del organismo a la agresión), las cuales deben ser controladas para evitar, en lo posible, que surjan complicaciones.
Especial importancia tienen en aquella respuesta las modificaciones serícas de las proteínas de la fase aguda y el estado nutricional del paciente. La respuesta de fase aguda, por su parte, origina una variedad de mediadores entre los que se incluyen las interleucinas 1 y 6 y el TNF.
Así pues, el mejor conocimiento de la respuesta biológica a la cirugía torácica nos llevará a un mejor conocimiento de las alteraciones apuntadas y a una profilaxis más eficaz de las posibles complicaciones.
Para ello se estudiaron 66 pacientes, distribuidos en cuatro grupos en función del tipo de intervención torácica, desde las técnicamente más agresivas a las menos.
Los parámetros que se entraron a valorar en nuestro estudio fueron: neutrófilos, linfocitos proteínas totales, albúmina, prealbúmina, transferrina, ferritina, PCR, A1A, A1G, IL1, IL6 y TFN.
En todos los parámetros estudiados, se observaron variaciones más amplias en la cirugía torácica mayor que en los otros grupos de cirugía, considerando que pueden ser utiles...
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