Casi todas las personas que sufren ictus presentan factores de riesgo vascular que influyen en el riesgo de padecer esta enfermedad, muchos de estos modificables.
El estudio ha incluido a 115 pacientes fumadores que sufrieron un ictus agudo y fueron hospitalizados en el Hospital Universitario Dr. Josep Trueta de Girona (Cataluña, España). Se ha estudiado la prevalencia de la ansiedad y la depresión haciendo un seguimiento a los 3 y 12 meses para conocer la salud mental y el consumo de tabaco de los participantes y las repercusiones en su calidad de vida.
Las personas estudiadas presentaban diversos factores de riesgo vascular, sobre todo HTA y dislipemia, mayoritariamente eran hombres de menos de 60 años. Los fumadores presentaban mayor ansiedad respecto a los no fumadores. En cuanto a la depresión, a los 3 meses los no fumadores presentaban puntuaciones más altas, en cambio a los 12 meses eran los fumadores los que presentaban puntuaciones más elevadas.
El hecho de abandonar el consumo de tabaco incidió de manera positiva con menos ansiedad y depresión al final del seguimiento. Además, las personas que referían mayor calidad de vida percibida al final del estudio eran las que estaban menos deprimidas.
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