Desde el año 2006 se han sucedido en Chile importantes movilizaciones estudiantiles y sociales, oponiéndose al carácter neoliberal de las políticas educativas que se han venido aplicando en el país durante las últimas décadas y que han perpetuado la mercantilización y privatización de la educación. Una de las exigencias de estas movilizaciones, convertida en símbolo de lucha, ha sido la educación de calidad.
Paradojalmente, este discurso coincide con el de los gobernantes a cargo de las políticas educativas, también enfocados en conseguir calidad educativa. Así, la expresión “educación de calidad” se ha instalado y naturalizado en el país, tanto en el ámbito político como en el social, académico, familiar; aunque su significado muestra ambigüedades e incertezas. Este hecho fue corroborado a través de una revisión bibliográfica que permitió, además, identificar una serie de perspectivas o posturas respecto a su conceptualización.
El objetivo de esta investigación ha sido explorar el significado y el sentido de la expresión “educación de calidad”, a partir de los discursos de dos actores directamente comprometidos con ella: estudiantes y docentes universitarios del ámbito de la pedagogía.
Considerando la Teoría de las Representaciones Sociales como marco teórico-metodológico, nos planteamos la siguiente pregunta de investigación: ¿cuál es la representación social (RS) de la “educación de calidad” que han construido en Chile, estudiantes y docentes universitarios del ámbito de la pedagogía? Para responder esta pregunta se utiliizó un procedimiento metodológico de diseño mixto (con triangulación cuantitativo-cualitativa): a través de un muestreo intencional se aplicó un cuestionario con preguntas cerradas y abiertas a una muestra de 437 estudiantes y 62 docentes; posteriormente se utilizó la lexicometría, lexicografía y análisis cualitativo de contenido para el análisis de los datos obtenidos.
Los resultados permiten identificar tres campos semánticos o componentes en la RS: el primero de ellos, más nuclear, construye una educación de calidad como derecho necesario y universal. Se trata de una dimensión axiológica que comprende una serie de valores: inclusión, igualdad, equidad, respeto a la diversidad. El segundo campo semántico se construye alrededor del concepto de enseñanza-aprendizaje-significativo; se trata de una dimesión o componente más pedagógico, que considera al/la docente como principal responsable de un proceso de transferencia (bancaria, según Freire) de conocimientos hacia unos/as estudiantes receptivos y pasivos; constituyendo un proceso de formación integral entendido como oportunidad para el desarrollo personal y profesional. Por último, el tercer campo semántico identificado en la RS es evaluativo y valora la educación de calidad en positivo, como algo bueno, excelente, lo mejor.
Se concluye que esta RS es expresión de dos discursos institucionales dominantes y hegemónicos en la actualidad. Uno axiológico, más humanista y de carácter retórico, planteado desde Naciones Unidas (UNESCO); y otro tecnocrático que concibe una educación al servicio de un cierto modelo de desarrollo económico globalizado, planteado por organismos transnacionales de carácter económicofinanciero como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. A través de ambos discursos se legitima (por activa o pasiva) un sistema económico y social neoliberal, que provoca nefastas consecuencias para Chile. En consecuencia, consideramos que debiera dejarse de lado y olvidar el concepto de “calidad” en aquellos discursos con los que pretendamos construir alternativas al actual sistema y modelo educativo.
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