La articulación radiocarpiana constituye un elemento esencial en la biomecánica y función de la mano, imprescindible en la actividad social y laboral del ser humano. Por ello, las artropatías avanzadas de la radiocarpiana pueden ocasionar una gran limitación en la vida diaria de los pacientes. La artrodesis total y la prótesis total de muñeca son las dos principales opciones terapéuticas para tratar estas lesiones, existiendo cierta controversia en las indicaciones de uno y otro procedimiento. Nuestro objetivo es llevar a cabo un análisis inicial de los resultados obtenidos con cada técnica, para posteriormente comparar los resultados de las variables analizadas en cada grupo y así establecer ventajas e inconvenientes de cara a la indicación quirúrgica de ambos procedimientos.
Este trabajo incluye 41 artrodesis totales de muñeca con placa y 23 prótesis totales de muñeca con el modelo Universal 2®, implantadas por el mismo cirujano entre los años 2003 y 2017, con un tiempo de seguimiento mínimo de un año para la artrodesis y tres años para la prótesis. En el grupo de la artrodesis hubo 27 varones y 14 mujeres con una edad media de 52,3 (26,8-86,1) años. El tiempo de seguimiento medio fue de 6 (1-13) años. En 21 casos estaba comprometida la muñeca derecha y en 20 la izquierda, estando afectada la mano dominante en el 61% de las ocasiones. El tiempo quirúrgico medio fue de 98,5 minutos. Las indicaciones para la artrodesis fueron 22 muñecas SNAC o SLAC, siete enfermedades de Kienböck, seis afectaciones reumáticas del carpo, dos fracturas de radio distal, una luxación del carpo, una osteomielitis tuberculosa, un tumor sinovial del radio y un fracaso de una prótesis total de muñeca. En el grupo de la prótesis hubo 13 mujeres y 10 varones con una edad media de 56,1 (42-69,5) años. El tiempo de seguimiento medio fue de 6,5 (3-17) años. En 14 casos estaba comprometida la muñeca derecha y en nueve la izquierda, estando afectada la mano dominante en el 56,5% de las ocasiones. El tiempo quirúrgico medio fue de 122 minutos. Las indicaciones para la prótesis fueron 13 muñecas SNAC o SLAC, seis enfermedades reumatoides, tres enfermedades de Kienböck y una fractura de radio distal. No se encontraron diferencias significativas en ninguna de estas variables, con excepción del tiempo quirúrgico.
En los pacientes con artrodesis, la fuerza de presa aumentó de 13 a 19,3 kg y la fuerza de pinza de 3,7 a 5 kg, el dolor en la escala visual analógica disminuyó de 8,8 a 1,3 puntos, mientras que los resultados funcionales en las escalas QuickDASH y PRWE mejoraron de 73,5 a 30 puntos y de 81,1 a 27,9 puntos respectivamente. En los pacientes con prótesis, se mantuvo un rango de movilidad similar, pasando la flexión de 33,6° a 26,9°, la extensión de 29,3° a 37,3°, la desviación radial de 8,2° a 9,2° y la desviación cubital de 17,3° a 20,8°, la fuerza de presa aumentó de 12,9 a 16,2 kg y la fuerza de pinza de 4,9 a 6,2 kg respectivamente, el dolor en la escala visual analógica disminuyó de 8,5 a 0,9 puntos, y los resultados funcionales en las escalas QuickDASH, PRWE y Mayo Wrist Score mejoraron de 65,7 a 26 puntos, de 79,9 a 26 puntos y de 30,5 a 60,5 puntos respectivamente. Excluyendo del análisis el rango de movilidad y la Mayo Wrist Score, no se encontraron diferencias significativas al comparar estos resultados entre ambos grupos, exceptuando de forma específica la capacidad para la higiene perineal y abrocharse botones del cuestionario PRWE, donde obtuvieron una puntuación significativamente mayor los pacientes con prótesis.
El 100% de las artrodesis consolidaron, con un 15,8% de complicaciones producto de tres aflojamientos asépticos, una infección, una protrusión de la placa y una fractura periimplante. Entre las prótesis hubo un 18,2% de complicaciones ocasionadas por dos aflojamientos asépticos, una rotura del implante y una metalosis. A pesar de ello la supervivencia alcanzó el 90,9%, con dos casos que tuvieron que ser reconvertidos a artrodesis total por aflojamiento aséptico. No hubo diferencias significativas en la comparativa de las complicaciones entre ambos grupos.
El análisis radiológico en el grupo protésico demostró que en el 36,4% de los implantes, con un seguimiento medio de 3,2 años, no había evidencia de alteraciones radiográficas. En cambio en el 63,6% de los implantes, con un seguimiento medio de 8,4 años, se encontró signos de sufrimiento protésico o periprotésico, principalmente osteólisis alrededor de los componentes radial o carpiano. Una prótesis presentó el vástago central del componente carpiano roto, sin repercusión funcional. Mientras que cuatro prótesis mostraron hundimiento de la placa carpiana, dos de ellas con marcados signos de aflojamiento y luxación del componente carpiano.
El 92,1% de las artrodesis y el 95,5% de las prótesis se encontraban satisfechos o muy satisfechos con los resultados obtenidos tras la intervención, si bien es cierto que el único paciente con prótesis en una muñeca y artrodesis en la otra prefería los resultados de la muñeca proteizada.
A la vista de estos resultados, consideramos que la prótesis total de muñeca debería ser la técnica de elección en aquellos pacientes que mantengan un stock óseo suficiente y vayan a someter la muñeca operada a un estrés mecánico bajo o moderado, ya que permite mantener un movimiento funcionalmente útil mejorando la calidad de vida de los pacientes. En cambio, la artrodesis total de muñeca debería reservarse para pacientes trabajadores de fuerza, en los que una prótesis no aportaría la estabilidad necesaria para desempeñar dichas actividades. Por último, en pacientes con afectación de ambas muñecas es preferible recurrir a la prótesis en la mano dominante, y a la artrodesis en la no dominante, pudiendo ser viable la prótesis bilateral como primera opción y no siendo recomendable la artrodesis bilateral de entrada.
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