Existen dos procedimientos de explotación de un sistema de comunicaciones por satélite, en régimen de monoportadora o en régimen de multiportadora. En este último caso es necesario compartir los recursos de ancho de banda y potencia entre las distintas portadoras que coexisten en el transpondedor, teniendo en cuenta los efectos nocivos de los productos de intermodulación generados por esas múltiples señales al pasar por los dispositivos de amplificación no lineal que se incluyen en el satélite. Aquí se demuestra que el ruido de intermodulación es el factor limitante del balance de enlace y que su reducción dentro de la banda que afecta a la señal debe ser el objetivo fundamental en el diseño del plan de transmisión. El nivel de potencia de intermodulación y el valor de C/I se obtiene mediante los modelos de Wescot y Saleh. Se plantea la optimización tanto en el número de portadoras que deben utilizarse derivando una expresión que conduce a un llenado en torno al 88% de ocupación del canal; como en la ubicación de las portadoras empleando el método de cristalización. Se presentan algunos ejemplos de optimización, tanto de prueba como también más realistas, y se analiza la mejora obtenida, así como la convergencia del procedimiento de optimización implementado. Esta optimización del plan de transmisión no sólo tiene repercusión en la mejora de la C/I sino que el impacto en los costes de explotación es muy alto, puesto que una mejora de entre 2 a 4 dB en C/I supone del orden de 3,5 Meuros al año de ahorro. Sin embargo la aplicación de este procedimiento de optimización no está limitado a sistemas multiportadoras estáticos, es viable como se demuestra, su aplicación tanto a redes DAMA (optimizadas en tierra) como a redes OBP (optimizadas a bordo del satélite).
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