La hipótesis que se plantea en este trabajo es que la felicidad, estudiada en el contexto de la filosofía de Friedrich Nietzsche, está más allá del bien y del mal. Estos términos, por lo tanto, tienen que ser comprendidos tal y como lo hace el filósofo alemán en El Anticristo, fuera de connotaciones morales, por lo que ser feliz va a depender de la potencia de la voluntad de poder y la autonomía de cada individuo, es decir, la capacidad para enfrentarnos a las dificultades y superar las resistencias que, sin duda, la vida nos irá lanzando al campo de batalla.
El sentimiento que se logra después de ello es lo que Nietzsche denomina `felicidad¿. Para encarnar esta propuesta de felicidad, he escogido darle forma a través del personaje de Hannibal Lecter, protagonista de la serie de televisión Hannibal.
Esta unión nos habla de la pertinencia del uso de narraciones cinematográficas, en concreto, las series de televisión para el estudio y la realización del ejercicio filosófico. Este personaje de ficción, comúnmente conocido como Hannibal the cannibal, nos regala los elementos necesarios para hacer una comparativa con el Übermensch; encarna la inmensa mayoría de los requisitos, características y atributos que Nietzsche atribuye al superhombre, así como una guía moral completamente deconstruida respecto a la moral cristiana tradicional.
Esta es la razón por la que se va a defender en estas páginas que no es posible el abordaje de la filosofía nietzscheana sin tener en mente a Hannibal, del mismo modo en que no es posible acercarnos a este personaje sin ser conocedores del pensamiento nietzscheano. Son dos elementos, dos seres, que se retroalimentan necesariamente.
La felicidad es un sentimiento que deviene cuando el poder crece y superamos resistencias. Ese poder se manifiesta en los actos que llevamos a cabo pues, como el propio Nietzsche afirma, la felicidad no es quietud, sino guerra, es decir, lucha, despliegue de voluntad de poder, desarrollo de lo más excelso de uno mismo, lo que nos permite aferrarnos a la vida y, por supuesto, amar su parte más trágica al ser conscientes de la finitud y el constante devenir del mundo.
No es posible llevar a cabo este cometido sin introducir en la ecuación la autonomía. Después de realizar una investigación tanto en la filosofía de Nietzsche como en la serie Hannibal, y después de haber marcado el contraste con la autonomía situada bajo el prisma kantiano, concluí que la autonomía nietzscheana es la que concibe Hannibal como la única posible y la que nos permite alcanzar la anhelada felicidad. La voluntad de poder, de desplegarse ha de ser de forma autónoma, pues aquello que hace que la potencia crezca necesita de los elementos anteriores, si no es así estaríamos contaminándonos con los pretextos ajenos que enturbian y limitan los deseos de la voluntad.
Hannibal Lecter es un hombre feliz, no cabe duda, porque no pone límites a los dominios de su poder, al ejercicio de sus actos basados en la autonomía de la que estamos hablando, habiendo pasado por el filtro del olvido de imposiciones morales de sus contemporáneos y siendo fiel a su propio ser.
El bien y el mal se entremezclan y pierden el común de sus sentidos cuando hablamos de la búsqueda de la felicidad para Nietzsche y Hannibal. Lo bueno es lo que nos empuja al incremento de la voluntad de poder, lo malo lo que hace que disminuya, y la felicidad es el resultado del ejercicio, la praxis, la guerra, de la autonomía contra el resto del mundo, lo que nos proporciona el verdadero sentimiento de poder.
Por todo lo anterior, Hannibal Lecter es el Übermensch presentado en la filosofía de Nietzsche. Una figura que, aunque ficticia, tiene un rostro, un cuerpo determinados y nos cuenta una historia que, por qué no, podría ser la nuestra.
The hypothesis raised in this work is that happiness, studied in the context of Friedrich Nietzsche's philosophy, is beyond good and evil. These terms, therefore, have to be understood as the German philosopher does in his work The Antichrist, that is to say, outside of moral connotations, so being happy will depend on the strength of the will to power and the autonomy of each individual, that means, the ability to face difficulties and overcome the resistance that, without any doubt, life will throw us onto the battlefield.The feeling that follows this is what Nietzsche calls 'happiness'. To embody this proposal of happiness, I have decided to shape it through the character of Hannibal Lecter, protagonist of the TV show Hannibal.This union tells us about the relevance of the use of cinematographic narratives, specifically, television series for the study and realization of the philosophical exercise. This fictional character, commonly known as Hannibal the cannibal, gives us the necessary elements to make a comparison with the Übermensch. It embodies the vast majority of the requirements, characteristics and attributes that Nietzsche attributes to the superman, as well as a completely deconstructed moral guide with respect to traditional Christian morality. This is the reason why in these pages it is going to be presented that it is not possible to approach Nietzschean philosophy without having Hannibal in mind, in the same way that it is not possible to approach this character without being aware of the Nietzschean thought. There are two elements, two beings, that necessarily feed each other...
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