Desde un punto de vista antropocéntrico, los insectos tienen dos impactos principales: algunas especies proporcionan servicios ecosistémicos tales como la polinización (abejas), control de plagas (mariquitas), gestión de residuos orgánicos (larvas de moscas soldado), o reciclado de materia orgánica (escarabajos peloteros). Por otro lado, y del mismo modo, otras especies de insectos son causantes de terribles daños a los cultivos, otros son vectores de enfermedades y algunos grupos han sido asociados con suciedad y decrepitud.
Los servicios ambientales o ecosistémicos son la multitud de beneficios que la naturaleza aporta a la sociedad. En los agroecosistemas, estos servicios se presentan en forma de polinización, formación de suelos, así como regulación de posibles organismos plaga. Por ejemplo, los polinizadores juegan un papel muy importante en la mayoría de los ecosistemas terrestres teniendo un papel clave en la reproducción vegetal. La presencia de colmenas de abejas de miel (Apis mellifera Linnaeus, 1758) para cumplir la labor de la polinización en los cultivos es habitual, y han sido citadas en diversos trabajos como el polinizador agrícola más valioso. Sin embargo, las abejas silvestres son un componente crítico de los ecosistemas y realizan una labor tanto para las plantas silvestres como para los cultivos.
Por otro lado, las plagas han constituido uno de los principales retos a los que se ha enfrentado la agricultura desde sus orígenes. Hoy en día, además, se hace necesario contar con herramientas seguras, efectivas y específicas para el control de estos organismos acorde a las exigentes normativas europeas relacionadas con la seguridad alimentaria y el medio ambiente.
Almendro, melón, sandía y pistachero son cultivos de importancia económica en la región de Castilla – La Mancha. Los tres primeros dependen de la polinización por parte de insectos para obtener unas cosechas adecuadas, mientras que el pistachero, es un cultivo emergente del cual se desconoce hasta el momento su fauna entomológica asociada con potencial de ser considerada como plaga.
El presente estudio persigue, como objetivo general, mejorar el conocimiento de los insectos que, por un lado, se establecen como polinizadores del melón, la sandía y el almendro y, por otro, puedan ser plaga de importancia en el cultivo del pistachero del centro peninsular, tomando como ejemplo el coleóptero Labidostomis lusitanica Germar, 1824.
Para el estudio de los polinizadores y su comportamiento en las flores de melón, sandía y almendro en el centro de la Península Ibérica se siguieron varios métodos, entre los que se incluye la colocación de trampas cromáticas (“pan-traps”), realización de transectos con manga entomológica, un estudio bibliográfico de los datos publicados en la zona de estudio, así como una evaluación de determinados rasgos ecológicos asociados a las especies encontradas. Tras estos trabajos, se encontró que los cultivos estudiados parecen albergar una rica fauna de abejas silvestres con elevado potencial polinizador, con elevada proporción de abejas que anidan en el suelo y algunas solitarias. Melón y sandía parecen mostrar un solapamiento respecto a las especies de abejas que visitan sus flores.
Para el estudio del coleóptero L. lusitanica, como plaga potencial del cultivo del pistacho en la Península Ibérica se realizaron varias estrategias: muestreos directos, encuestas a los productores, un estudio bibliográfico de la distribución actual, así como una evaluación del nicho climático de esta especie. Tras ello, se obtuvieron los siguientes resultados: una curva de actividad del insecto (con dos picos a lo largo del ciclo), fechas de realización de las puestas sobre los árboles y la evaluación del potencial riesgo de sufrir la plaga en las zonas de expansión del cultivo de la Península Ibérica.
Tras concluir este estudio, en primer lugar, se puede afirmar que el conocimiento profundo de los ciclos de los potenciales polinizadores puede ser una herramienta de utilidad para la optimización del manejo de los cultivos. En segundo lugar, el estudio realizado con L. lusitanica es solamente un punto de partida para posteriores investigaciones que sirvan para orientar estrategias de control y prevención eficientes. El control biológico de esta especie podría plantearse como alternativa a los métodos actuales, pero es necesaria una inversión en estudios sobre los posibles enemigos naturales, candidatos a utilizarse como agentes de biocontrol.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados