Las enfermedades periimplantarias son las complicaciones biológicas asociadas a los implantes dentales.
Las estrategias terapéuticas más efectivas para abordar estas entidades se basan en el diagnóstico temprano y el tratamiento precoz. Para lograr esto, es imprescindible el uso de herramientas diagnósticas de alta precisión. Actualmente, las dos pruebas diagnósticas fundamentales para detectar enfermedades periimplantarias son el sondaje periimplantario y la radiografía periapical. El sondaje periimplantario permite detectar cambios en la profundidad de sondaje respecto a exploraciones previas, así como la presencia de sangrado a sondaje. La radiografía periapical, es una prueba diagnóstica accesible, rápida y poco costosa, capaz de detectar los niveles óseos periimplantarios.
El objetivo de la presente Tesis Doctoral fue medir la precisión del sondaje periimplantario y la radiografía periapical en el diagnóstico de las enfermedades periimplantarias.
El Estudio I de la presente Tesis Doctoral tuvo como objetivo medir las diferencias en la profundidad de sondaje con prótesis o sin prótesis en implantes sin pérdida ósea.
Los resultados de este estudio mostraron que la presencia de la prótesis provocaba una infraestimación media de la profundidad de sondaje de 1.2mm ± 1.2mm (p < .001) en implantes sin pérdida ósea. Estas diferencias fueron significativas tanto en los implantes con mucositis (1.0mm ± 1.2mm) (p < .001), como en los implantes sanos (1.5mm ± 1.3mm) (p < .001). En nuestro caso, todas las localizaciones pudieron ser sondadas.
La radiografía periapical es la prueba de elección para medir los niveles óseos en odontología. Esta prueba ha demostrado su precisión para detectar los defectos periodontales supraóseos y su infraestimación de los defectos intra-óseos. Sin embargo, se desconoce su precisión para detectarlos niveles óseos periimplantarios y la anatomía de lo defectos periimplantarios. Responder a esta pregunta fue el objetivo del Estudio II de esta Tesis Doctoral. Los resultados de este estudio revelaron que la radiografía periapical infraestimó en 1.3mm ± 3.3mm (p=0.014) la posición real de los niveles óseos periimplantarios. También se observó que a la hora de detectar los defectos periimplantarios la radiografía periapical presentaba una precisión moderada (κ=0.6) para los defectos supracrestales y débil (κ= 0.1) para los intra-óseos.
Podemos concluir que las pruebas diagnosticas actuales para detectar las enfermedades periimplantarias presentan un margen de infraestimación de 1.2mm ± 1.3mm en el caso del sondaje periimplantario realizado con prótesis y de 1.3mm ± 3.3mm para la radiografía periapical. El clínico debe conocer esta infraestimación y saber interpretarla ya que, de no hacerlo, el diagnóstico se retrasaría, y el tratamiento tendría un resultado más desfavorable. No contemplar esta infraestimación de las pruebas diagnosticas, también implicaría que la prevalencia de estas enfermedades podría ser mayor que la documentada hasta la fecha.
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