OBJETIVOS: La estabilidad de los minitornillos está relacionada con la calidad y cantidad ósea existente en el complejo craneofacial. En este estudio se analizaron, tanto en el maxilar como en la mandíbula, los espacios interradiculares, la cortical ósea vestibular, la anchura del proceso alveolar, así como el espesor del hueso palatino y la densidad ósea de la cortical. Las mediciones se realizaron utilizando el CBCT y se analizó la correlación existente de las mismas con el patrón facial, la clase esquelética, la edad y el sexo de los sujetos.
MATERIAL Y MÉTODOS: 129 CBCTs fueron seleccionados de pacientes pertenecientes a la Clínica Odontológica de la Universitat de València. Se realizaron 128 mediciones para cada paciente usando el programa InVivoDental 6.0 (Anatomage®, San José, California). Todas las mediciones se realizaron en el maxilar y en la mandíbula desde el canino al segundo molar a 5 mm y 8 mm verticalmente a la UAC. En el hueso palatino, las mediciones se realizaron a 5, 10, 15 y 20 mm distales al foramen incisal. Los pacientes fueron divididos según el patrón facial y la clase esquelética usando el programa Nemoceph® 3D (Nemotec Dental Studio®). El análisis estadístico utilizado fue un modelo ANOVA de un factor, ANCOVA de dos factores y test de Bonferroni.
RESULTADOS: Los espacios interradiculares mayores se encontraron en sujetos con patrones faciales hipodivergentes, entre el primer molar y segundo premolar maxilar y entre el segundo y primer molar mandibular a 8 mm de la UAC. La anchura de la cortical ósea aumentaba desde cervical a apical siendo ésta mayor entre el primer y segundo premolar y en patrones faciales hipodivergentes. La densidad ósea de la cortical vestibular aumentaba desde la UAC hasta apical sin presentar significatividad respecto al patrón facial y disminuyendo con la edad. En la zona palatina anterior fue donde se encontró un mayor espesor óseo palatino, sin encontrar significatividad con el patrón facial.
CONCLUSIONES: La colocación de minitornillos en pacientes con patrones faciales hiperdivergentes debería tenerse en consideración por la menor cantidad de espacio interradicular y de cortical ósea que presentan, con el fin de evitar el fallo en su estabilidad primaria.
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