La literatura no sólo cumple una función de goce estético, sino también una función educativa y social; por lo tanto, en lo que se refiere a la traducción de una literatura extranjera, para estudiar la selección de los escritores y sus obras representativas hay que tener en cuenta no sólo el punto de vista estético sino también el político, el económico, el filosófico y el cultural, en definitiva, las diferentes circunstancias en que se generan y son recibidas dichas traducciones. Las ideologías y estéticas en diferentes períodos históricos deciden la selección de los textos y marcan la norma en la traducción. Y además, en muchos casos, los condicionamientos ideológicos y el anhelo del valor literario no concuerdan, entonces uno de los dos desempeñaría el papel dirigente. Como consecuencia de ello, la historia de la traducción de una literatura extranjera será resultado de las acciones alternativas y mancomunadas de ambas partes.
En la China de los primeros sesenta años del siglo XX, cuando las obras no satisfacían ambos requisitos al mismo tiempo, el ideológico y la búsqueda del valor literario formaban dos fuerzas contrapuestas, así que la selección de obras extranjeras para su traducción vacilaba entre los dos y frecuentemente el requisito político llegó a ser el criterio primordial, porque en ese momento China sufría la agresión imperialista desde el exterior y en el interior se estaba llevando a cabo la transformación de una sociedad feudal en una sociedad moderna; este entorno político y social obligaba a la literatura a cargar más con una misión histórica que con una función estética. Entre 1966 y 1976, período en el que dominaba la Gran Revolución Cultural, quedó casi interrumpida la traducción de las literaturas extranjeras. A partir de los años ochenta del siglo XX, China entró en el nuevo Período de Reforma y Apertura en el que la construcción económica era la tarea primordial de la nación, así que la importancia de los factores políticos en la literatura fue disminuyendo y cada día más obras extranjeras fueron conocidas y traducidas por sus valores estéticos y literarios.
El objetivo de nuestro trabajo es estudiar el fenómeno literario desde la perspectiva sociológica, demostrar cómo han sido seleccionados y presentados los diferentes escritores españoles e hispanoamericanos y sus obras en China en diferentes períodos históricos y estudiar los posibles criterios que impulsaron la publicación de unos escritores mientras se excluyó a otros. Entre tanto, como la literatura española y la literatura hispanoamericana provienen de dos zonas geográficamente distantes —aunque se escriben en la misma lengua—, examinamos conjuntamente las dos con el fin de investigar si existiera algún vínculo entre ellas en lo que se refiere a la selección y divulgación o, en el caso de que no hubiera relación alguna, investigamos las posibles causas de ello.
Los años escogidos en nuestro estudio se dividen en tres períodos según acontecimientos históricos: en 1949 se fundó la República Popular de China; durante las décadas de 1950 a 1970, la nación se consagraba a la labor de reorganizar y construir el nuevo Estado; a partir del año 1978, con la implantación de la política de Reforma y Apertura, China entró en un nuevo período y comenzó a gozar cada día de mayor prosperidad. A lo largo de estos tres distintos períodos históricos se verá cómo la trayectoria de la presencia y recepción de la literatura en lengua española en China se corresponde con las condiciones del país.
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