Resumen de Tendencia de las hospitalizaciones con diagnóstico de ictus en la década 1999-2008 en España con datos del CMTBD
Según el Instituto Nacional de Estadística, los ictus representan en España la segunda causa de muerte en los varones y la primera en las mujeres. Constituyen además el condicionante más importante de la invalidez permanente debido a las secuelas que esta enfermedad produce en los supervivientes. Es, a su vez, la causa más frecuente de ingreso en los servicios de neurología y de prolongación de la estancia hospitalaria. Debido al progresivo envejecimiento de la población, se prevé un incremento de la incidencia de esta patología en los próximos años.
Este estudio epidemiológico retrospectivo se realizó para estimar la evolución temporal, en la década desde 1999 a 2008, de las hospitalizaciones con diagnóstico de ictus en mayores de 25 años en España, así como su incidencia, mortalidad y sus gastos asociados a la hospitalización.
Dado que el ictus es una enfermedad que requiere hospitalización en casi la totalidad de los casos, se puede hacer una estimación razonable a partir de la información disponible sobre la incidencia de las hospitalizaciones por ictus del Conjuntos Mínimo Básico de Datos (CMBD).
Se llevó a cabo mediante el análisis de las altas hospitalarias cuyo diagnóstico principal o secundario coincidieran con los códigos CIE-9-MC desde 430 a 432, 433-434, y 436-437, correspondientes a las tres categorías o tipos, definidos respectivamente. Se denominó ictus o ictus agrupado a los tres tipos considerados de forma conjunta.
Durante nuestro período de estudio se identificaron una media de 74.677 altas hospitalarias con diagnóstico (principal o secundario) de ictus cuya tasa anual por 100.000 habitantes fue de 239,17. En hombres la tasa de hospitalización fue mayor que en las mujeres, y las tasas fueron aumentando a medida que aumentaba la edad. La tendencia en la evolución de las hospitalizaciones por ictus agrupado no varió de forma significativa estadísticamente a lo lardo de la década, aunque si varió la tendencia en las hospitalizaciones debidas a ictus isquémico y mal definido.
La tasa anual de mortalidad obtenida para el ictus agrupado fue de 36,361 por 100.000, fue mayor en hombres y aumentó en función de la edad. No se registraron variaciones significativas en la mortalidad a lo largo de la década en el ictus agrupado y solo en el mal definido descendió de forma significativa.
El coste anual estimado de las hospitalizaciones debidas a ictus fue de 343 millones de euros.
La incidencia global de ictus y su evolución en España, estimada a partir de los casos hospitalarios, es similar a la obtenida en otros estudios, por lo que se consideró que el CMBD podía ser una herramienta útil para realizar este tipo de estimaciones.
