Los avances en la investigación genómica trasladados al campo de la investigación criminal suponen un elemento clave a la hora de resolver delitos graves, algo que si bien es cierto que se ha sabido aprovechar en el ámbito comparado no lo es menos que esto no ha sido así a nivel nacional. Por ello durante este trabajo se analiza la importancia de la minería de ADN en la investigación criminal, es decir, en términos muy básicos, la obtención de datos biométricos e información asociada, a partir de tales datos biométricos, propios o de terceros, tanto auténticos como ficticios.
No obstante, la constatación de la utilidad de esa información y la eficacia de los resultados comparados deja pendiente el abordar en profundidad durante el mismo diversas cuestiones jurídicas que giran en torno a la tónica constante de la falta de implementación de la mayoría de las técnicas disponibles, así como el más que notable vacío normativo de la cuestión.
Dichas técnicas, entre otras, son: la predicción de rasgos fenotípicos y ancestralidad biogeográfica (características externamente visibles, predicciones conductuales y cognitivas) así como las búsquedas familiares o búsquedas de ADN de familiares de un sospechoso.
Y las cuestiones jurídicas que se analizan versan, entre otros aspectos, sobre: la viabilidad de la implementación de las mismas en España y por parte de las FF.CC. S, su utilidad práctica, los problemas asociados a su implementación, el marco normativo que las rodea o su inexistencia, etc.
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