Resumen de El yihadismo como una subcultura de la violencia: la transmisión del discurso de Jabhat al Nusrah en YouTube
Francisco Ramón Trujillo Fernández
Tras años de mutaciones organizativas y estructurales, el terrorismo yihadista ha logrado al fin optimizar su discurso gracias a la llegada de las redes sociales, reconvertidas en catalizadores de un mensaje de fácil acogida en contextos de pérdida de expectativas. Los receptores de ese discurso, como se comprobará posteriormente a través de una amplia muestra de vídeos de YouTube, se convierten en los llamados perdedores radicales, dispuestos a retroalimentar con desdén una forma de difusión propagandística que se beneficia en buena medida de su actividad como simpatizantes o yihadistas de sillón, polarizados en vectores de oportunidad para la propagación viral de la actividad violenta en Internet.
A tal efecto, este estudio profundiza en las siempre complicadas dimensiones simbólicas de la imagen, sometiéndose a una visión ecléctica y multidimensional del análisis de la propaganda yihadista, gracias a una triangulación metodológica que permite combinar el universo cuantitativo de los datos de participación de los receptores de una muestra original de 400 URL extraídas de YouTube, con el estudio cualitativo posterior de la muestra resultante tras eliminar duplicados y superar un año de restricción de contenidos. Esta circunstancia llevó a reducir la muestra final a 194 piezas, sometidas a la técnica del análisis del discurso, en unión del estudio individualizado de una nasheed o himno yihadista y de un documental gestado por la productora mediática de la organización yihadista Jabhat al Nusrah.
La investigación efectuada demuestra que ese papel de propagación del mensaje de odio no se circunscribe a la mera visualización de contenidos afines a la ideología marcada por el salafismo yihadismo, sino que dichos individuos, refugiados en muchos casos en canales de YouTube de tipo amateur generados ad hoc y sin mantener ningún tipo de lazo organizativo o de dependencia de las organizaciones terroristas, enmascaran su actividad, bien con la viralización de piezas elaboradas originalmente por una organización yihadista como Jabhat al Nusrah, bien con la reedición de nuevos vídeos con los que sortear con eficacia las políticas de restricción de contenidos de la operadora. Este estudio logra mostrar los flancos débiles de YouTube en la monitorización de determinados productos audiovisuales, cuya vigilancia palidece de forma notable ante la multiplicación de discursos de odio amparados en fórmulas simbólicas que recurren al árabe como lengua vehicular, fundamentando apropiaciones de elementos netamente religiosos; es así como se configura una forma de enmascaramiento estratégico que permite mantener contenidos online durante cierto tiempo.
Se trata de una suma de factores que vertebra un sistema de anclajes propio de una subcultura de la violencia, pero en el particular ecosistema de Internet, que mantiene en su discurso elementos culturales de la cultura dominante, sin enfrentarse a ella y en mayor medida solapándose a sus oportunidades, tanto en la estética, como en el recurso a medios tecnológicos de amplia difusión, música propia (nasheed) y la pertinencia de un vocabulario trufado de argumentaciones que amparan la actividad violenta. Se trata de dinámicas de acción gestadas gracias a ideólogos como Abu Musab Al Suri o Anwar Al Awlaki, consecuentes con los nuevos tiempos, que requieren del reparto de responsabilidades en la dispersión de propaganda yihadista y no exigen dinámicas piramidales, como sí ocurría en el pasado. Es más preciso considerar el fenómeno subcultural como un movimiento social, una idea envuelta artificialmente en la bandera de la religión, que oculta en realidad un peligroso mensaje de odio, potencialmente emulado incluso en otros espectros ideológicos aparentemente alejados como la extrema derecha.
