Las ciudades cuyo centro histórico ha sido incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco son destinos urbanos con una larga tradición y gran afluencia de visitantes. El turismo es una importante actividad económica, incluso en algunos casos, el sector es el de mayor número de empleos. En las últimas décadas, una notable inversión en la conservación del patrimonio material que atesoran ha contribuido a mejorar su atractivo turístico, además de potenciar un calendario de eventos culturales amplio y diverso. Ahora bien, el turismo no es una actividad inocua. Ya antes de la pandemia COVID-19, en algunas de estas ciudades, la masiva afluencia de visitantes, la turistificación y los alojamientos irregulares provocaba un movimiento de rechazo de ciertos sectores de la población.
En España, a pesar de la importancia del turismo en estas ciudades, hasta hace poco más de dos décadas las entidades locales no contaban con departamentos especializados ni una política turística claramente definida.
Por tanto, la gestión y planificación del turismo en estos destinos es reciente. Por otro lado, actualmente la gestión de los destinos, al igual que el resto de la sociedad, se enfrenta a una doble transición, ecológica y digital. Ante estos cambios de carácter sistémicos, emerge el destino turístico inteligente como un nuevo modelo de referencia para la planificación y la gestión pública de los destinos. De repente, todo parece convertirse en smart. Etiqueta aplicada a aquello que incorpora un nivel de tecnologías de la información de forma ubicua y muy ligado a tecnologías como el internet de las cosas, la computación en la nube, las aplicaciones finales de usuarios, el big-data y la inteligencia artificial asociada. De ahí surge la ciudad inteligente, el destino inteligente, el turismo inteligente, los turistas inteligentes y los ecosistemas turísticos inteligentes. Todos estos cambios, suponen más que una evolución, pues el turismo inteligente va más allá del turismo impulsado por la tecnología, que durante mucho tiempo se ha denominado turismo electrónico (e-tourism).
Además, el “destino turístico inteligente” (DTI) se ha erigido como un nuevo paradigma de gestión turística auspiciado por la administración turística en España. Los nuevos Planes de Sostenibilidad Turística en Destino darán un fuerte impulso al modelo DTI español. De ahí la necesidad de mejorar la comprensión conceptual del DTI, de definir mejor lo que este supone desde el punto de vista práctico y útil para la gestión. En la presente tesis doctoral, se analiza dos niveles de aplicación. Por una parte, se estudia el caso de las ciudades que conforman el “Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España”, y por otra se hace un análisis de una de estas ciudades, Segovia. En la escala mayor, se entrevistó a los técnicos de turismo de todas las ciudades del grupo para conocer cómo interpretan el concepto los y cuáles son los proyectos realizados hasta la fecha en estas ciudades, iniciativas en los distintos ejes del modelo y su agenda política. Por otro lado, se realiza un análisis de un destino concreto, la ciudad de Segovia. Para ello, se realizaron entrevistas a los diferentes actores y grupos de interés del destino.
Los resultados obtenidos muestran que hasta la fecha los proyectos realizados están vinculados a la tecnología.
Es por tanto una interpretación más estrecha que la propuesta por la academia y SEGITTUR. Asimismo, destaca la necesidad de adoptar un enfoque de abajo-arriba, que desarrolle el capital humano y una orientación más estratégica. Se propone además un modelo de actuación basado en los temas centrales identificados por los grupos de interés y otro que relaciona los conceptos clave según los técnicos. Los resultados ponen también de manifiesto el impulso que ha alcanzado el modelo, acelerado por la pandemia del COVID-19, y sirven para identificar qué tipo de estrategias se han puesto en práctica.
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