En el País Vasco durante los años 90 se desarrollaron modelos de espacios culturales para las artes visuales que destacaron por sus fórmulas de gestión y capacidad de anticiparse en la difusión y mediación de las practicas artísticas contemporáneas . Unos modelos que no solo producían actividades expositivas sino que también activaron redes transnacionales. En aquel momento lo alternativo se puso de moda a través de diferentes oleadas mediáticas que lo asociaban a descubrimientos inéditos y actitudes de modernidad. Mas allá del efecto que estas noticias respecto a acciones, programaciones expositivas y nombres de los artistas, la información que de esta etapa se ha transmitido ha sido parcial y sin analizar. Además, los años 90 en general fueron considerados desde la historia oficial del arte español una década insubstancial. Si bien es cierto que los espacios independientes empezaron a tener un cierto eco mediático en la segunda mitad de los 90 era debido a una visión fresca y contrapuesta a las ofertas oficiales pensándose como una novedad del sector joven emergente. La tesis se focaliza en establecer sus precedentes históricos. A partir del análisis de los modelos históricos y el comparativo con la evolución de las otras estructuras institucionales y privadas, esta tesis se centra en cómo los proyectos de espacios alternativos fueron pioneros en la mediación educativa, modelos de gestión participativa o la introducción de prácticas artísticas (arte electrónico y arte de acción) en aquel momento mas experimentales para el sistema del arte imperante.
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