La educación es uno de los instrumentos más potentes para el desarrollo ya que contribuye a reducir la pobreza y mejorar la salud general de la población, la igualdad y la paz. La introducción de las nuevas tecnologías en los procesos de enseñanza y aprendizaje impulsa la adquisición de las competencias necesarias del siglo XXI demandadas en las nuevas profesiones de una nueva Economía Digital. El despliegue de la Educación Digital es especialmente relevante en los países en vías de desarrollo como un factor ecualizador para los estudiantes en las primeras etapas de la escolarización ya que pueden beneficiarse de una instrucción de calidad, un seguimiento personalizado, experiencias en el aula enriquecedoras, procesos de gamificación, colaboración avanzada entre pares y evaluaciones avanzadas. El cierre de las escuelas debido a las restricciones de confinamiento impuestas durante el desarrollo de la pandemia de Covid-19, causó una gran interrupción en los sistemas educativos de todo el mundo y afectó a la escolarización de 1.600 millones de niños desmantelando 20 años de progresos educativos, de acuerdo al seguimiento realizado por el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 definido por la Agenda 2030. Sin embargo, al mismo tiempo, la interrupción de las clases presenciales ha acelerado la formación de los docentes en tecnologías digitales y la adopción de mejores experiencias de aprendizaje basadas en las TIC. A pesar de los importantes avances en la medición de la evolución de la economía digital y las oportunidades de aprendizaje, existe una falta de conocimiento sobre el despliegue real de la Educación Digital en los países en vías de desarrollo, por lo que este proyecto tiene como objetivo cerrar esta brecha de conocimiento mediante la investigación de los principales factores que afectan su implementación. A través de una metodología híbrida cualitativa y cuantitativa, se ha definido un Índice de Educación Digital para Países en Vías de Desarrollo (DEIFDC, por sus siglas en inglés) como una media geométrica de nueve variables diferentes (tasa neta de matrícula, persistencia hasta el último grado de primaria, habilidades de lectoescritura y matemática, prácticas de enseñanza digital, disponibilidad de recursos digitales, aprendizaje personal y adaptativo, acceso a la electricidad, cobertura de banda ancha y disponibilidad de sistemas de aprendizaje) que se han agrupado en tres palancas (preparación de los estudiantes, capacidades pedagógicas y desarrollo de infraestructura tecnológica) y se les ha asignado un peso diferente en función de la importancia percibida por expertos educativos para evaluar el despliegue de la educación digital de un país en vías de desarrollo. Después de un estudio detallado en tres geografías diferentes, la aplicación del índice ha mostrado resultados insatisfactorios en Kenia (0,576), India (0,596) y Perú (0,709) debido fundamentalmente a una infraestructura deficiente en las escuelas, destrezas limitadas de los docentes e insuficientes capacidades de los estudiantes. Es primordial por tanto garantizar el despliegue de educación digital en estos países para que niños de entornos vulnerables puedan participar activamente en una nueva sociedad digital independientemente de su lugar de nacimiento.
Education is one of the most potent instruments for development as it contributes to reducing poverty and improving health, equality and peace. The introduction of new technologies in the teaching and learning processes boosts the acquisition of necessary 21st-century competencies required in a new Digital Economy. The deployment of Digital Education is especially relevant in developing countries as an equalizer factor for students at the early stages of schooling that can benefit from quality instruction, personalized tutoring, stem classroom experiences, gamification, advanced collaboration and improved assessments. The school closure originated during the Covid-19 pandemic lockout, caused a significant disruption in the education of 1.6 billion children worldwide and has destroyed 20 years of education gains as measured by the evolution of the Agenda 2030 SDG 4 metrics. However, on the other hand, the interruption of face-to-face teaching has accelerated the training of teachers on digital technologies and the adoption of improved learning experiences based on ICT. Despite significant advancements in measuring the evolution of digital economy and lifelong learning opportunities, there is a lack of knowledge on the actual deployment of Digital Education in developing countries; thus, this project has aimed to close this knowledge gap by researching the main factors affecting Digital Education implementation. Through a hybrid qualitative and quantitative methodology, a Digital Education Index for Developing Countries (DEIFDC) has been defined as a geometric mean of nine different variables (school net enrolment, persistence to the last grade of primary, literacy and numeracy skills, digitally teaching practices, digital learning resources, personal and adaptive learning, electricity access, broadband coverage and LMS availability) that have been grouped into three levers (students' readiness, pedagogical capabilities and IT infrastructure development) and assigned a different weight based on the perceived importance by educational experts worldwide to assess Digital Education deployment in a developing country. After a detailed study in three different geographies, the application of the Digital Education Index for Developing Countries has shown unsatisfactory results in Kenya (0.576), India (0.596) and Peru (0.709) due to poor school infrastructure, limited teachers' capabilities and uncertain student skills. Therefore, significant reforms will need to be undertaken to ensure that children from developing countries can actively participate in a new digital society independently of their place of birth.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados