La presente tesis doctoral ha tenido como objetivo principal evaluar una intervención psicológica positiva diseñada para cultivar la salud mental positiva. Para ello, se ha tomado como base el modelo propuesto por Corey L. Keyes (2002, 2007, 2013a) que entiende que la salud mental positiva o florecimiento puede ser definida como un conjunto de síntomas que reflejan una emocionalidad positiva y un buen funcionamiento psicosocial, y se operativiza en tres dimensiones del bienestar: subjetivo, psicológico y social. La tesis cuenta con diez capítulos distribuidos en cuatro bloques: introducción, método, resultados y discusión.
El primer bloque está compuesto por cuatro capítulos: tres de ellos presentan el marco teórico sobre el que se sustenta el diseño y aplicación de la intervención, y el cuatro presenta los objetivos de la tesis. El primer capítulo presenta algunas de las propuestas de modelos de salud mental fundamentales que diferentes autores han formulado a lo largo de los años. Mientras que las definiciones más tradicionales de la salud siempre han tenido un punto de vista más patologizado, buscando tratar los desequilibrios del cuerpo para mantener la salud, la definición adoptada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1946 propuso que la salud era `un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades¿ (OMS, 1946, 2020, pp. 1). Más adelante en 1979, la formulación del concepto de salutogénesis por parte del sociólogo Aaron Antonovsky, propuso que los nuevos modelos de salud debían alejarse del estudio de los factores de riesgo y la etiología y prognosis de las enfermedades, y buscar el origen propio de la salud y los factores que la potencian. Siguiendo este paradigma, diversos autores han buscado las variables que definen y conforman la salud mental, desde modelos de bienestar puramente hedónicos o subjetivos (satisfacción vital y afectos positivos); modelos que incluyen el bienestar psicológico (funcionamiento psicológico positivo del individuo como ente identitario) y finalmente modelos que añadían el bienestar social (funcionamiento positivo del individuo dentro de la comunidad, como ente social). A continuación, el segundo capítulo presenta un breve resumen de las intervenciones pioneras que se han diseñado a lo largo de la historia con la intención de promover, desde diferentes puntos de vista o modelos, la salud mental, el bienestar y/o la felicidad de las personas. A pesar de que el advenimiento de la psicología positiva a principios del siglo XXI se ha considerado a menudo pionero en esta área, el capítulo refleja algunos autores que, sin necesidad de circunscribir su trabajo a éste área, ya se enfocaban en la potenciación de estos factores antes de las intervenciones diseñadas por Seligman (2005). Las intervenciones en psicología positiva han mostrado resultados prometedores, si bien los meta-análisis realizados hasta el momento permiten observar que son, en la gran mayoría de casos, intervenciones basadas en la evidencia que no cuentan con un marco teórico sólido. Con el fin de ahondar en este aspecto, se presenta en el tercer capítulo una revisión sobre las intervenciones basadas en psicología positiva que se han realizado de manera grupal y que cuentan, además, con un diseño multicomponente (es decir, aquellas que plantean dos o más actividades para potenciar diferentes áreas del bienestar). Esta revisión ha permitido concluir que, efectivamente, muchas de las intervenciones que se han diseñado a raíz de las primeras evidencias aportadas por M. Seligman (2006) se basan en la replicabilidad de estudios con resultados positivos, si bien no se sustentan en un marco teórico sólido que justifique la utilización de las herramientas seleccionadas, ni que ayude a construir y operativizar de forma clara el concepto de salud mental.
Finalmente, con las evidencias recogidas en la introducción, se plantea en el cuarto capítulo el objetivo principal de esta tesis: evaluar una intervención positiva cuyo diseño y selección de temas y actividades se ha sustentado en el modelo de Salud Mental Positiva de Corey L. Keyes (2002, 2007, 2013a). Para ello, se ha partido de la propuesta de intervención formulada por Gorbeña (2021), quien ha diseñado una serie de sesiones cuyo contenido ha sido organizado en función de las 13 áreas que componen la salud en este modelo (satisfacción vital, afectos positivos, auto-aceptación, relaciones positivas, autonomía, dominio del entorno, propósito en la vida, crecimiento personal, integración social, aceptación social, contribución social, actualización social y coherencia social). Esta tesis ha evaluado, a través de sus tres objetivos específicos: 1) la implementabilidad de la intervención diseñada en el contexto de salud universitaria, 2) la eficacia de la misma como factor de protección y promoción de la salud mental positiva durante la pandemia global de COVID-19, y 3) la adaptación y evaluación de su efectividad con una población de adultos mayores.
El segundo bloque, recogido en el quinto capítulo, refleja la metodología que se ha seguido para la consecución de estos objetivos: desde el diseño de los estudios para lograrlo, hasta las consideraciones éticas que se han tenido en cuenta. A su vez, este capítulo ofrece una descripción de la intervención que se ha aplicado. Se detalla el objetivo y fundamentación de cada sesión, las actividades principales y las áreas de bienestar que se espera se vean influenciadas por la práctica de las mismas.
El tercer bloque, donde se plantean los resultados de la tesis, está dividido en tres estudios que se han diseñado cada uno con el fin de responder a uno de los objetivos específicos planteados. El capítulo seis presenta el estudio piloto: una primera aplicación de la intervención con un grupo reducido de estudiantes universitarios (n= 56) con el fin de evaluar la implementabilidad de la intervención. Mediante un estudio pre-experimental en la que se evaluó la salud mental positiva (bienestar subjetivo psicológico y social) de los participantes antes y después de la intervención, se concluye que la intervención es eficaz a la hora de mejorar los niveles de bienestar de los jóvenes universitarios. El seguimiento a seis meses realizado en el mismo estudio permitió comprobar que los efectos en bienestar subjetivo y psicológico se mantenían pasado este tiempo. El estudio piloto permite confirmar la implementabilidad de la intervención y, además, identificar algunas mejorías con las que potenciar los efectos de la misma.
El séptimo capítulo expone un estudio cuasi-experimental pre-post facto con grupo control equivalente (n= 151). A pesar de que la finalidad inicial de esta aplicación era consolidar los resultados obtenidos en el estudio piloto con un diseño más riguroso, la aparición repentina de la pandemia derivada de la COVID-19 ofreció la oportunidad de evaluar los efectos de la misma frente a una situación de adversidad, como factor de protección y promoción de la salud mental positiva. Los resultados de este estudio, en el que los participantes mostraron mejorías en sus niveles de bienestar iguales e incluso superiores a aquellos que habían participado en la intervención antes de la pandemia, permiten confirmar la efectividad de la misma.
Finalmente, el octavo capítulo presenta un estudio diseñado con el fin de evaluar la adaptación de la intervención y adecuación de ésta a una muestra de adultos mayores. El estudio se llevó a cabo con un diseño cuasi-experimental pre-post facto con grupo control no equivalente (n= 58) con el fin de potenciar los factores positivos y el funcionamiento óptimo durante la vejez, y no únicamente tratar las enfermedades físicas y psicológicas derivadas del envejecimiento. Para ello, fue necesario realizar una adaptación de las tareas, sesiones y herramientas propuestas en la intervención inicial. Los resultados muestran que la adaptación es también efectiva para aumentar los niveles de bienestar de las personas mayores, así como para disminuir la presencia de sintomatología negativa.
El último bloque de la tesis, la discusión, está compuesto por los capítulos nueve y diez. El noveno capítulo recoge discusión general, una síntesis de las discusiones planteadas en cada uno de los estudios. Se identifican y discuten las principales limitaciones encontradas y se proponen también algunas líneas de mejora que se han identificado durante las aplicaciones de la intervención en relación al programa, el contenido de las sesiones, al diseño o los instrumentos seleccionados para su evaluación. Se plantean posibles implicaciones prácticas futuras: se recoge la utilidad y las aportaciones que la tesis ofrece a los profesionales de la psicología, y otros estudios que se están llevando a cabo para seguir recogiendo evidencias sobre la eficacia y efectividad de la intervención (e.g. adaptaciones a otros colectivos y culturas). Finalmente, se ofrecen las conclusiones generales más relevantes que pueden derivarse de la tesis.
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