El objetivo de este estudio es explorar y analizar la injerencia de una determinada lógica o ideología presente en las escuelas tradicionales de criminología en la gestión de las políticas públicas. Se parte de la base de que la criminología tradicional construía sus objetos de estudio como problemas a resolver, y proponía siempre el control, el castigo y la exclusión como solución. Para intentar demostrar esta hipótesis se eligió la política migratoria europea aplicada en el mar Mediterráneo a los flujos migratorios irregulares por vía marítima. Para ello, decidí acudir a una metodología cualitativa, que constó en extraer categorías emergentes a partir de la lectura y el análisis de las obras más influyentes de los miembros más representativos de las tres escuelas tradicionales más importantes y compactas de la criminología tradicional. Adicionalmente, se llevó a cabo un ejercicio de problematización de criminologías, en el que se deconstruyen sus lógicas. Los resultados indican que la criminología tradicional era selectiva y excluyente, que naturalizaba la desigualdad y el dolor que infligían sus propuestas y que aseguraba el status quo del momento concreto. Se propone cuestionar y replantear el objeto de estudio tradicional de la criminología - el delito y el delincuente -, así como pensar sobre las posibilidades de que sea sustituido por uno menos influido por parámetros hegemónicos y no dependiente del derecho penal: el daño social que emana del sistema.
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