Los cambios sociodemográficos, la mejoras en la anestesia y el desarrollo tecnológico está incrementando exponencialmente la demanda quirúrgica. En un contexto de, falta de recursos humanos (anestesiólogos), variabilidad de la práctica clínica e ineficiencias que están generando eventos adversos, demoras y cancelaciones de quirófanos, evitables en casi la mitad de los casos, con las consecuentes repercusiones en los resultados de salud e incremento de costes para los sistemas sanitarios.
Un momento clave para optimizar el proceso quirúrgico es la realización de la evaluación preoperatoria anestésica (EP) de forma homogénea y estructurada. Se genera un flujo de información entre profesionales-pacientes que podría mejorar su satisfacción y expectativas y reducir la ansiedad preoperatoria que determina el curso del proceso y sus resultados.
El objetivo fue analizar el uso de una nueva tecnología innovadora desarrollada, en la fase inicial preoperatoria del proceso quirúrgico, basada en teleconsultas en el campo de la Anestesiología.
La tesis consta de tres secciones complementarias:
SECCIÓN 1. Revisión de alcance de la literatura para detectar los indicadores y/o predictores de complicaciones o ineficiencias en el proceso quirúrgico, modificables en la fase preoperatoria y dentro de las competencias de Enfermería.
SECCIÓN 2. Desarrollo de una aplicación web con videoconferencia para realizar EP; incorporando un cuestionario estandarizado, recomendaciones para profesionales y pacientes y generando un informe preanestésico y consentimiento personalizados y basado en estándares mundiales de máxima calidad y seguridad.
SECCIÓN 3. Evaluación de la validez de la nueva tecnología creada mediante un estudio de investigación cuasi-experimental con pacientes sometidas a cirugía de feminización facial.
El tamaño muestral era de 72 sujetos, pero la pandemia paralizó el estudio con un reclutamiento de 44, cuyos datos fueron analizados. Se habían creado de forma aleatorizada dos grupos, uno control, que seguiría el circuito habitual de la clínica para realizar la EP (circuito convencional) y otro experimental, que emplearía la aplicación web (circuito virtual). El primero contaba con 17 pacientes y 3 pérdidas voluntarias, y el virtual, con 24.
La variable dependiente general fue la demora de la planificación preoperatoria entendida como el tiempo empleado en la realización de la EP en cada uno de los circuitos. Se demostró la no inferioridad del circuito virtual respecto al convencional, a favor del virtual que empleó menos tiempo para su realización.
Las preferencias de las pacientes, en el circuito convencional, 1 de 14 pacientes cambiarían de grupo frente a 2 de las 21 del grupo virtual.
Fue muy elevada la satisfacción de los profesionales anestesiólogos, aunque la mitad manifestaron una preferencia por el circuito convencional.
La preservación de la intimidad, confidencialidad y humanización de la atención fue muy adecuada.
Los niveles de ansiedad preoperatoria no estuvieron relacionados con el formato de la EP.
No hubo ninguna cancelación.
Existen mejoras del proceso perioperatorio que pueden ser introducidas por Enfermería desde una fase temprana. La aplicación web demostró que es viable en términos de efectividad y eficiencia. Se insta a realizar evaluaciones económicas que incluyan criterios sociales y preferencias para incorporar sólo aquellas que demuestren sobradamente su calidad.
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