Con frecuencia, el paciente que ha sufrido un daño como consecuencia de una actividad médica u hospitalaria, se convierte en una víctima doblemente inocente: además de sufrir un daño como consecuencia de una intervención médica o de un accidente hospitalario, la desigual situación procesal con respecto a los profesionales de la medicina en lo referente a la prueba de los hechos que fundamentan la demanda y la aplicación estricta de normas procesales sobre carga probatoria frustran su pretensión de reparación.
En otros casos, hasta fechas recientes los menos, la situación es precisamente la contraria y la flexibilización judicial de la carga probatoria conduce a la condena del facultativo pese a que su actuación hubiera sido diligente o no hubiera constituido la causa del daño. En tales casos, el problema de la prueba no es sólo un problema propio de la dogmática procesal sino que constituye una verdadera cuestión sustantiva de Derecho privado, pues, como se observa en la jurisprudencia, el sistema de responsabilidad civil puede llegar a quebrar, y con él sus principios, debido a la aplicación estricta de las reglas procesales sobre carga de la prueba. Así, debe sostenerse que los diferentes aspectos de un proceso o, lo que es lo mismo, las diferentes ramas del derecho, no constituyen compartimentos estancos y, por tanto, han de tenerse en cuenta los efectos que se producen cuando interactúan.
La relación de normas sustantivas y procesales en los procesos de responsabilidad civil médico-sanitaria han de conjugar la consecución de las finalidades de unas y otras, mas no competir entre ellas y anularse mutuamente. Es por este motivo que la cuestión aconseja el estudio interdisciplinar que se aborda en la Tesis doctoral, en que se dan cita el derecho civil, el procesal, y su análisis desde la perspectiva del Law and Economics.
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