La pandemia del COVID-19 es una emergencia sanitaria que ha generado un gran impacto a nivel mundial. Un elemento clave ha sido y sigue siendo la necesidad de información, que se ha convertido en una preocupación diaria para muchas personas.
Las redes sociales representan herramientas poderosas para la búsqueda y recopilación de información relacionada con la salud, convirtiéndose así en un nuevo lugar donde las autoridades de salud deben estar presentes para difundir información de medidas preventivas como las vacunas contra el COVID-19, así como tratar de bloquear información contra estas enfermedades de salud pública.
Durante la pandemia de la COVID-19 han surgido diferentes conspiraciones, siendo las más peligrosas las centradas en las vacunas.
Hoy en día, existe un movimiento en las redes sociales centrado en destruir la credibilidad de la información en salud y tratar de convencer a las personas de que ignoren los consejos de los gobiernos y las organizaciones sobre las vacunas.
La gran cantidad de información ha provocado una infodemia y que unido a la gran cantidad de información errónea a la que se puede acceder, representa un importante problema de salud pública. Los profesionales sanitarios pueden ayudar a detectar e incluso bloquear la difusión de dicha información errónea, así como luchas contra ella desmintiéndola.
Por lo tanto, es necesario desarrollar estrategias de comunicación, lideradas por cuentas oficiales, que ofrezcan información accesible sobre la vacunación como estrategia preventiva de salud pública.
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