Aprendiendo a ser hombre. La construcción de la masculinidad hegemónica en la Modernidad.

• Autores: Fernando Herranz Velázquez
• Directores de la Tesis: Inmaculada Fernández Arrillaga (dir. tes.)
• Lectura: En la Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante ( España ) en 2022
• Idioma: español
• Tribunal Calificador de la Tesis: José Mª Valcuende del Río (presid.), Mónica Moreno Seco (secret.), Josep M. Armengol (voc.)
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  • Tesis en acceso abierto en: RUA
• Resumen

  • Los estudios críticos de las masculinidades han ido adquiriendo a lo largo de estos últimos años una gran relevancia en el panorama científico, no solo en España sino también a nivel internacional. La importancia que han obtenido en el campo académico tiene un claro reflejo en la sociedad, pues raro es el día que no nos encontramos el término “masculinidad” en los medios de comunicación o en las discusiones anónimas que se dan en las redes sociales. Esto es debido en gran parte al auge de la cuarta ola feminista; sin embargo, su uso no está en muchas ocasiones ajustado en su contenido. Es en esta intersección entre el mundo académico y la sociedad donde se hace más relevante si cabe el seguir desarrollando esta disciplina –y la teoría feminista en general–, pero sin olvidar que es igualmente necesario trasladar estos conocimientos basados en los principios de la igualdad al resto de la sociedad. Conociendo este hecho, en esta tesis hemos analizado cómo la educación recibida por parte de los varones en el siglo XVIII influenció y condicionó el desarrollo de la «masculinidad hegemónica» durante la Modernidad y cómo ésta puede ser responsable de los modos y costumbres de la normatividad actual. Con ello, el objetivo principal de esta tesis doctoral es identificar y analizar, desde una mirada histórica –sin olvidar la necesaria interdisciplinariedad–, las características que sustentan el edificio de la masculinidad hegemónica de la Modernidad en Occidente, para la cual nos centramos espacialmente en la cultura hispánica de la península. En especial, se constata cómo la cultura, la educación y la moral ilustrada fundamentan la diferenciación de género, a la vez que se sigue ampliando la desigualdad sexual, fundamentando el desarrollo de uno de los principales niveles de observación de los estudios feministas: la creación de los valores normativos del género.