Introducción: Los tumores diagnosticados a partir de sus metástasis en los que no se identifica el tumor primario, a pesar de un estudio más o menos exhaustivo, se conocen con el nombre de cáncer metastásico de origen desconocido (CMOD). Aquellos casos en que, siendo el motivo de consulta una metástasis y el origen no es evidente antes de la visita inicial, los hemos etiquetado como cáncer de presentación metastásica (CPM). El estudio diagnóstico debe consistir en un programa de exploraciones dirigidas a la identificación de aquellos casos que se puedan beneficiar de un tratamiento específico, tanto por razón de su tumor primario, como por determinados factores pronósticos individuales.
Material y métodos: Entre enero de 1992 y diciembre de 1997 se estudiaron de forma prospectiva aquellos pacientes (pts) ingresados con CPM. Se aplicó un Estudio Básico (EB) consistente en una historia clínica y exploración física completa, análisis estándar de sangre con marcadores tumorales y una Rx tórax. Se consideraron CMOD los pts con EB negativo, y a éstos se les aplicó el Estudio Adicional (EA): TAC abdominal y mamografía (mujeres). El resto de pts se sometieron a seguimiento. Se realizó un análisis uni y multivariado para la identificación de los factores pronósticos relacionados con la supervivencia.
Resultados: Se incluyeron 234 pts. El EB resultó positivo en 140 pts (59.8%). El EA identificó el tumor primario en 24 casos más, 8 considerados tratables. El tumor primario fue identificado en 182 casos (77.8%). El cáncer de pulmón fue el más frecuente (40.1%), seguido por la próstata (6,4%), mama (5.1%) y ovario (4.7%). Por histologías: adenocarcinoma bien y moderádamente diferenciado (55.6%), seguido del carcinoma y adenocarcinoma indiferenciado (24.0%) y carcinoma neuroendocrino y de célula pequeña (10.7%).
Los análisis uni y el multivariado identificaron al tumor primario como el factor pronóstico fundamental. Las otras cinco variables pronósticas independientes en el análisis multivariado fueron: la edad, el estado funcional, localización metastásica dominante, histología y la modalidad de tratamiento. Las afectaciones ganglionar, pleural, ósea o peritoneal obtuvieron también información unívoca de una mayor supervivencia.
Conclusiones: Es necesario descartar mediante protocolos de diagnóstico rápidos, todos aquellos tumores primarios que se presentan de forma diseminada y que gozan de tratamientos específicos. Asimismo, se deben seguir identificando todas aquellas situaciones, en que, a pesar de no haberse diagnosticado el tumor primario, podrían recibir tratamientos eficaces, o cuanto menos ser candidatos a ensayos clínicos.
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