La zona altoandina de Pasco se caracteriza por la presencia de pastos naturales como principal alimento de la ganadería extensiva, además permite retener agua, sedimentos, nutrientes del suelo, es hábitat de flora y fauna, captura carbono y estabiliza microclimas; en los últimos años por causas antrópicas, se aprecia menos produccion de biomasa en cantidad y calidad por unidad de área. Con el afán de revertir dicha tendencia negativa, se consideró realizar descanso y abonamiento de las pasturas. Bajo un diseño parcelas divididas, se planteó dos niveles de descanso (60 y 90 días) en parcelas y tres niveles de abonamiento orgánico (0, 4 y 8 t/ha) en sub parcelas, con repeticiones en cuatro distritos (Yanacancha, Simon Bolívar, Ninacaca y Vicco). Luego de un año de evaluación, las especies Calamagrostis sp., Festuca sp., Poa sp. y Bromus sp., mostraron mayor predominancia llegando hasta 90% abonado con 8 t/ha. Se logró mayor cobertura a más días de descanso y el abono orgánico resulto estadísticamente significativo con 91,4 % (p<0,05) a un nivel de 8 t/ha. El descanso, aumento la producción de forraje verde; el abono orgánico fue estadísticamente significativo con 318 gr/m2 (p<0,05) a un de 8 t/ha. El descanso, aumento la materia seca del forraje, el factor abono orgánico fue estadísticamente significativo con 158 g/m2 (p<0,05) a nivel de 8 t/ha. La produccion de proteína cruda, extracto etéreo, calcio y fosforo en el forraje, aumento con el descanso y abono orgánico. Se recomienda considerar 60 a 90 días de descanso y aplicar 8 t/ha de abono orgánico en las pasturas. En general, el descanso y la incorporación de abono orgánico favorecieron la permanencia, productividad y calidad nutritiva de los pastos naturales en la región Pasco.
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