INTRODUCCIÓN La obesidad es, actualmente, una de las mayores pandemias del siglo XXI, así como uno de los principales problemas de salud a nivel mundial, llegándola a padecer más de 1000 millones de personas que corresponde aproximadamente al 16% de la población actual.
Padecer obesidad acarrea una serie de enfermedades crónicas y metabólicas, favoreciendo su aparición y progresión y empeorando su pronóstico especialmente en la obesidad mórbida, y que, en general, cuando ésta es corregida, mejoran o desaparecen la mayoría de estas enfermedades asociadas.
El tratamiento de la obesidad es multifactorial. Al haber tantas variables implicadas en este proceso hace de este tratamiento un verdadero reto para el clínico. El objetivo del tratamiento de la obesidad debe de ser, prevenir, tratar o revertir las complicaciones que produce la obesidad, así como mejorar la calidad de vida.
La cirugía de la obesidad es el único tratamiento existente capaz de conseguir una reducción importante del peso, llegando a alcanzar entre un 50% y un 70% del porcentaje de sobrepeso perdido y así mismo, ser capaz de mantenerlo en más de un 50% de los pacientes sometidos a cualquiera de los procedimientos.
La gastrectomía vertical, ha llegado a convertirse desde su primera realización hace 35 años, en la técnica quirúrgica bariátrica más realizada en el mundo; se trata de una gastrectomía parcial en la cual la mayoría de la curvatura mayor gástrica es resecada creándose un remanente gástrico tubular de aproximadamente el 20% del volumen total.
La cirugía bariátrica es un procedimiento que podemos considerar seguro, esta seguridad es otorgada si se realiza en centros con alto volumen de pacientes y con cirujanos con experiencia en estas técnicas que han pasado por diferentes sistemas y vías de formación.
Pero a pesar de esto, esta cirugía no está carente de complicaciones postoperatorias tanto inherentes a la técnica (aparición de fístulas de la línea de sección, sangrado y estenosis de la plastia gástrica remanente) como las consecuentes de los cambios fisiológicos resultantes como puede ser el reflujo gastroesofágico.
El reflujo gastroesofágico (RGE) viene definido como el paso del contenido gástrico hacia el esófago siendo debido a múltiples factores: padecer hernia de hiato, la edad, la obesidad o enfermedades como diabetes mellitus, etc.
Este reflujo gastroesofágico "de novo" tras gastrectomía vertical es la principal causa pérdida de calidad de vida y motivo de conversión de esta cirugía a otras técnicas, como por ejemplo el by pass gástrico. La razón por la que la realización de una gastrectomía vertical puede originar o empeorar un RGE obedece al aumento de la presión gástrica producido por la disminución de su luz o a factores de la técnica quirúrgica.
Por tanto, la realización de un estudio en el que se analice la aparición de RGE tras gastrectomía vertical y su relación con una serie de factores, podría ayudar a seleccionar preoperatoriamente, con base en los resultados obtenidos a los pacientes candidatos a esta técnica quirúrgica.
Por todo ello, es necesario establecer la asociación entre las condiciones prexistentes del paciente, la gastrectomía vertical y el reflujo postoperatorio para la correcta elección entre los diferentes procedimientos quirúrgicos bariátricos de cara a obtener los mejores resultados junto con las menores complicaciones posibles.
MATERIAL Y MÉTODOS Se trata de un estudio retrospectivo, descriptivo y observacional de los pacientes intervenidos por obesidad mórbida sin reflujo gastroesofágico previo, mediante gastrectomía vertical durante el periodo comprendido entre enero de 2015 y diciembre de 2019 con un seguimiento de 3 años. Se ha realizado un estudio de riesgo mediante regresión logística, analítico multivariante, para analizar cuáles son las causas preoperatorias que pueden llegar a constituir factores de riesgo para el desarrollo del reflujo "de novo" así como comprobar la incidencia real de reflujo en todos los pacientes (sintomáticos o no).
RESULTADOS Padecer esofagitis, diabetes mellitus y presentar un IMC preoperatorio mayor de 42 son factores de riesgo preoperatorios para padecer (RGE) "de novo" con un odds ratio de 4.54, 6.2 y 2.5 p<0.05.
La asociación de los factores de riesgo anteriormente descritos (DM2, esofagitis e IMC pre >42) aumenta significativamente el riesgo de padecer RGE "de novo" hasta el 83.03%.
Igualmente, presentar una vez intervenido un IMC> de 30 es otro factor de riesgo de RGE "de novo" odds ratio 5.56 p<0.001.
CONCLUSIONES Por tanto, nuestros resultados han puesto de manifiesto que existen una serie de variables que podemos conocer preoperatoriamente, las cuales, nos pueden predecir el riesgo de padecer RGE "de novo" y ayudarnos a indicar correctamente la gastrectomía vertical.
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