El desequilibrio de las Administraciones Públicas suele descomponerse en un componente cíclico, que se identifica con el derivado de los cambios automáticos en ingresos y gastos públicos causados por las partidas presupuestarias que reaccionan, sin mediar actuación pública internacional, a los cambios de ciclo económico, y un componente que habitualmente se denomina estructural, que se corresponde con la parte del saldo efectivo que permanece incluso en pleno empleo por ser independiente de la coyuntura. Sin embargo, en mi opinión ese concepto de lo estructural pugna con el de básico y permanente que la doctrina atribuye al mismo. Esto es, en algunos autores identifican al componente que no depende de la coyuntura cíclica con el componente estructural, pero considero que lo no cíclico, que podemos calificar de discrecional, no siempre tiene el carácter permanente que habitualmente se asigna a lo estructural en el lenguaje económico convencional. El propósito último de esta tesis es ofrecer dos nuevos instrumentos de valoración de la política fiscal. Por un lado, la descomposición del saldo discrecional de las Administraciones Públicas en su componente ocasional y estructural de gran utilidad para mostrar el grado de dificultad que tiene la reducción del déficit público. Por otro, el denominado saldo neutral ajustado cuya finalidad es mostrar la necesaria compensación por parte de las Administraciones Públicas de la actuación del sector privado en caso de una vitalidad excesiva.
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