La tesis aborda el tema de las diversiones públicas en Madrid durante el siglo decimonónico. Por medio de un enfoque de larga duración, el desarrollo del circo es estudiado a través de su contextualización histórica en tres partes: una primera corresponde a los años del reinado de Fernando VII; después se centra en el periodo isabelino para concluir con la muerte de Alfonso XII, y la consolidación de la Restauración.
La evolución del circo y otros espectáculos en Madrid sirve de hilo conductor para analizar a la sociedad madrileña en sus formas de concebir y realizar formas de entretenimiento. Así, se puede observar un proceso evolutivo que va de las exhibiciones de números en ferias o fiestas propios de las sociedades agrarias y del antiguo régimen, para alcanzar formas modernas sobre todo a partir del circo: con todo un sistema de programas, publicidad -en carteles y prensa- y espacios arquitectónicos dispuestos para recibir a públicos urbanos cada vez más numerosos. La evolución de las diversiones queda plasmada en los reglamentos que norman los permisos, vigilan las medidas de seguridad, determinan los pagos de impuestos.
A lo largo de la tesis, el concepto de intermediario cultura sirve para entender al circo como una empresa moderna del espectáculo que recupera formas antiguas del espectáculo; pero también como un receptor de artistas y de animales que presentan nuevos ejercicios o aparatos de reciente invención como armas de fuego o ciclos. Asimismo, el circo se convierte en un espacio que potencia las transferencias culturales entre diversos espectáculos como son los toros, la zarzuela o los deportes.
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