El estudio del arte contemporáneo puede ser considerado como una parcela virgen, no en el sentido de que no sea estudiada, dado que lo es y además de forma continua , sino con la idea de que a las conclusiones necesaria, y por ello de los acontecimientos más presentes sólo será posible lanzar ideas hipotéticas �muchas veces modificables-, y es en éste sentido en el que apuntamos el término �virgen� �referido a las continuas mutaciones, la proximidad de los acontecimientos y a las variaciones que se producen. Creemos, por otra parte, que puede interesar en la medida que esté relacionado con un desarrollo artístico paralelo �a través de la obra que se practica, si hablamos de un artista-, o cuando las relaciones sean frecuentes con los acontecimientos diarios, mediante exposiciones, lecturas de libros y revistas especializadas �referidos al público más concretamente, aunque suponemos que éste aspecto debe de concernir, igualmente, a cualquier artista. No obstante, dicho estudio no debería de iniciarse y arrancar en los comienzos del siglo XX, menos aún en los albores de los cincuenta o en los inicios de los ochenta, porque cualquier presente tiene sus fundamentos en los pasados más o menos inmediatos.
Y por ésta razón, nuestro proyecto ha considerado al pasado como una incógnita imprescindible, no sólo por la necesidad de obtener un bagaje de cultura general, sino porque consideramos que el presente es entendido a través de las claves que, en gran medida, nos proporciona el pasado. Razón por la que, se iniciará con los estudios de una obras pertenecientes a mediados del s. XIX, y otras de principios del XX ( a las que podríamos considerar como �hitos� históricos de la historia de la pintura moderna).
Desde la finalización de la licenciatura hemos seguido los pasos �en la medida de nuestras posibilidades-, de los diferentes acontecimientos habidos en nuestra historia más reciente e inmediata. Nos estamos refiriendo a nuestro propio presente, a través �naturalmente-, de las manifestaciones surgidas y a las cuales hemos podido tener acceso mediante la visita de exposiciones, cursos realizados y asistencia a congresos.
Tendríamos que aclarar aquí, que nuestra aportación no pretende ser de tipo histórica �no somos historiadores, ni creemos que pudiéramos realizar una contribución de éste tipo. Tampoco añadimos una experiencia sobre la crítica del de arte (tal vez por la misma razón). No insistiremos en la descripción exhaustiva de artistas y de obras que han conformado el panorama internacional, el arte español en la década de los ochenta, ni tan siquiera referida a la ciudad de Sevilla. No se pretende hacer apología de ninguna las personas aquí nombradas, y la presentación de las obras aquí reproducidas, no persigue ninguna clasificación estética, ni siquiera cronológica, sino que busca ofrecer una guía del panorama. Se pretende un acercamiento a unos acontecimientos surgidos en un período específico, hablando de la pintura en sí misma. Se trata de un trabajo, en cierto modo, explicativo de las líneas generales por las cuales ha discurrido el devenir artístico en el panorama de los ochenta. Huiremos de los perjuicios, e intentaremos inquietar a los que se muestran indiferentes, para contribuir al acercamiento de las manifestaciones nuevas.
Sí, señalar lo que fue la iniciativa Figura, para la actividad creada en la propia ciudad de Sevilla �lo que supuso-, y las repercusiones más inmediatas. Sin duda alguna, cualquier iniciativa nueva supone para el ambiente en el cual se produce, un cierto revulsivo, un cierto �mover los aires�, por todos los �re-planteamientos� de estructuras, de pensamientos, que ello implica. En éste sentido, y de forma paralela a Figura, quizás no hubiera venido mal �para enriquecer el ambiente-, otra iniciativa comparable que apuntara a otros rumbos a fin sobre todo, de proponer divergentes puntos de vista sobre la actividad estética del momento, aunque desde entonces, aún no ha aparecido.
Pretendemos contribuir �modestamente-, con ésta, nuestra propia experiencia, mediante aportaciones teóricas sobre la década de los ochenta, y aspiramos a que pudieran enriquecer a otros que igualmente consideren a las ideas, los pensamientos, que se muestran en continua evolución. Señalemos también, que ¡éste! proyecto, requerirá de futuras y continuas revisiones venidas de otras esferas �como cualquier estudi-, acción que enriquecerá a las conclusiones.
En un momento crítico, y a punto de ceder el testigo al cercano s. XXI, presentamos el análisis de un período como un tema �cuyo conocimiento es vago-, tratado de forma sistemática, y ordenada a fin de que resulte fácil no sólo su lectura sino la asimilación de sus ideas, y se pretende ofrecer unas aportaciones fundamentadas en el conocimiento general de lo sucedido a lo largo del siglo. Señalamos la importancia que creemos ha tenido en el campo de las artes plásticas, la década transcurrida, como parcela integrante del conocimiento general.
Y dicho esto, nuestros objetivos quedarían expresados en los siguientes puntos:
1. Analizar los elementos que pueden integrar la obra posmoderna- 2. Comprender la función expresiva de tales elementos.
3. Aportar ideas o conceptos necesarios para el entendimiento.
4. Analizar la revista Figura.
5. Relacionar la teoría con el desarrollo paralelo producido en l obra artística personal.
La actitud metodológica ha respondió a la necesidad de encauzar y determinar un cierto orden, dentro del desorden aparente, en el que se manifiestan los hechos que nos resultan incomprensibles. En parte debido al �mestizaje� de formas y modos de hacer que a lo largo de los ochenta ha sobresalido y brillado de manera, incluso alarmante. Se ha tratado ante todo, de ser coherente a los objetivos que se proponían �aunque siempre hemos convivido con las limitaciones físicas, materiales y económicas para mejorar todas nuestras intenciones. La diversidad exige ante todo una flexibilidad constante y una atención a lo específico (partiendo de lo general, o de los que rodea a lo que es considerado como específico). Es evidente, que las tendencias como el Arte Pop, o el Arte Conceptual (o cualquier otra que nos venga a la mente), obedecen a diferentes premisas estilísticas (el estilo), y operacionales (la idea), aunque tengan y convivan en un mismo horizonte social (la realidad social).
Nuestra hipótesis de trabajo se podría enmarcar en la cuestión: ¿Es compresible el arte de los ochenta englobado en lo que se ha denominado como período posmoderno, y por extensión cualquier manifestación artística del arte contemporáneo? Obviamente, nuestra Tesis nos encamina a la respuesta a través de una afirmación positiva. El cómo, se verá reflejado con la búsqueda y localización de las claves que determinan los procesos artísticos.
Nuestro método de trabajo apunta de lo general a lo particular (sería como decir que irá encaminado desde el �pasado� al �presente�). Y habría que aclarar que las fuentes de donde se extraen las ideas que a continuación figuran han sido diversas. Son de resaltar los datos procedentes de la bibliografía general y específica de cada tema; así como las fuentes de primera mano, producto de unas entrevistas realizadas a personas que, por su labor, han estado presentes en los medios habituales de exposición y difusión (galerías, prensa escrita), y han tenido una vinculación a la revista Figura, o a la ciudad de Sevilla. Y para terminar éste documento se nutre de opiniones personales, siempre parciales, producto de reflexiones y contrastes de ideas con personas que mantienen inquietudes relacionadas con el arte.
Hemos procurado que la obra fuera evidentemente práctica, aunque para ello, hayamos tenido que recurrir a la teoría, y el proceso seguido �evidentemente-, ha correspondido a las materias que sean tratado en las diferentes partes de ésta investigación.
Primera Parte:
En el proceso de la primera parte, hemos procedido a la consulta de fuentes bibliográficas �que se citan en cada caso específico-, a fin de conocer los estudios previos existentes sobre las obras concretas que han sido tratadas. Tales conocimientos de análisis básico, y esencial, a niveles teóricos (de los acontecimientos más importantes que han tenido lugar desde finales del siglo XIX), nos han inducido a la posibilidad de acaparar lo sucedido en la época posmoderna acontecida durante los ochenta. A continuación señalamos los centros de búsqueda que han sido nuestras paradas (bibliotecas y fuentes), y como en nuestro trabajo, el contacto directo con las obras de arte no sólo ha sido necesario sino obligado y requerido, acompañamos las galerías y museos visitados (que consideramos como �otras fuentes�) Segunda Parte Referidos a éste apartado, el método de trabajo ha sido inductivo y en cierto modo persuasivo �a la hora de proponer a los entrevistados la posibilidad de efectuar grabaciones �de sus manifestaciones-, sobre un tema específico. Al mismo tiempo, nuestra actitud, en el desarrollo de las conversaciones, fe abierta e interdisciplinar �dado que todos los entrevistados gozaban de entera libertad en sus opiniones así como, se les brindaba la posibilidad de colaborar en el proyecto en la medida en que cada entrevistado podía proponer a otras personas para ser entrevistadas. En ningún momento a lo largo de este trabajo hablaremos de categorías cualitativas; obviamente, por otro lado, hubo que realizar una selección, aunque objetiva, limitada, para que esta obra tuviera principio y fin. La selección no ha sido caprichosa sino que se ha basado en principios de afinidad con la revista o conocimiento del panorama sevillano; también se han incluido opiniones, que desde fuera, han contribuido a ampliar el panorama expositivo. Todas., las �a favor�, como las �en contra�, merecen respeto y consideración. Todas, sumadas, enriquecen y proponen una visión amplia, global, y extensa del período de la Posmodernidad en nuestra ciudad.
Estos planteamientos eran, en cierto modo, una exigencia intrínseca para elaborar ésta segunda parte de la obra, dado que de otra forma no hubiera sido posible acceder al conocimiento y recopilación de las opiniones de primera mano. Por otra parte, el poco tiempo transcurrido desde la aparición y la clausura de la iniciativa Figura, así como la casi nula, bibliografía específica existente, requería que ésta parcela de nuestro trabajo se orientara más hacia la experimentación que hacia la recopilación.
Tercera Parte.
Finalmente se incluye un estudio de la obra personal, realizada en el período 1988-1992 (en curso paralelo con el desarrollo del este proyecto de investigación). Lo hacemos �evidentemente-, ¡no! con fines de autopropaganda, sino más bien como aportación al estudio teórico aquí planteado, y por todas las relaciones teóricas y prácticas �que pensamos-, tiene con el período abordado. Evidentemente el método empleado para su elaboración fue de tipo experimental (intuitivo y racional). No sabríamos conceder en porcentajes de medida, qué aspectos han primado más y cuáles menos. Si podemos decir que con el paso del tiempo, la obra ha cobrado un grado de complejidad estrechamente relacionado con los planteamientos iniciales, es decir, la elaboración manual de las últimas series de trabajos estuvo precedida de un ideario previo, de unas intenciones teóricas a las cuales se pretendía acceder �aunque durante la elaboración manual, no es menos cierto, que el accidente, la sorpresa y la intuición tenían las puertas abiertas.
Cuarta Parte.
Las conclusiones de ésta obra son un compendio, una suma de lo elaborado en el conjunto de todas las páginas. Son el resultado de la teoría expresada en la primera parte; los conocimientos adquiridos de las entrevistas del segundo bloque; más la propia experiencia práctica personal que ha discurrido por rumbos diferentes, así como de las valoraciones procedentes de las exposiciones que de otros artistas hemos visto desde que se iniciara el desarrollo de éste trabajo. Todo éste conjunto puede conformar las bases teóricas en las cuales venimos apoyando nuestro discurso práctico (nuestra obra artística).
En base a tales objetivos planteados y siendo conscientes de la complejidad que nos envuelve, se aportan los modos utilizados para el desarrollo de nuestras intenciones, con la pretensión inicial de crear -¡siempre!, un diálogo entre las visiones venidas de otros interlocutores. Para tal efecto, hemos estructurado la obra, de un modo escalonado, y en cuatro partes: [1] Teoría y significado de la obra posmoderna, [2] Las figuras de los ochenta en Sevilla, [3] Proceso de un desarrollo, y [4] Ochenta intentos para conducir hacia un entendimiento. Cada uno de estos bloques se subdividen en capítulos, y a su vez los capítulos en apartados, porque hemos creído que a mayor fragmentación mayores posibilidades de profundizar en un aspecto determinado. Cada capítulo se acompaña con la bibliografía específica que sirvió para su elaboración, a fin de que el lector �de forma inmediata-, tenga acceso a las fuentes relativas y particulares utilizadas en cada caso.
También de forma fragemtaria, señalamos la bibliografía general, que se estructura en tres secciones �cada una de las cuales se fracciona en diferentes materias. En nuestra intención cabe, la posibilidad de informar sobre éste material recopilado, y pues creemos que quizás pudiera ser útil no sólo a niveles de conocimiento referidos al tema propuesto sino además, desde el punto de vista pedagógico, ya que hemos contemplado y considerado como objetivo, el pretender aportar un material que podría ser útil en la docencia de nuestra propia facultad, que en absoluto merece presentar diferencias, a niveles de comprensión del arte contemporáneo, con otras -¡dicen! más avanzadas-, más conceptuales, o más modernas, y existentes en nuestro país. En modo alguno queda expresado, ni tan siquiera de forma subliminal, el hecho de que nuestra facultad tome �rumbos� 1ue vayan con los tiempos�. ¿Cuáles son esos rumbos? ¿Dónde se encuentran? Tendríamos que escribir, discutir y aclarar, qué hasta dónde pueden alcanzar los brazos de éstas frases. Y dado que éste no es el tema de nuestro proyecto, sí podríamos apuntar que con nuestro comentario intentamos creer en la necesidad de sumar a lo existente, nuevos comportamientos, nuevos materiales �creemos, por otra parte, posibles-, para ampliar, y enriquecer nuestro propio panorama o hábitat. Ofrecemos un abanico de posibilidades. En la elección de cada uno estará acercar más o menos, a una u otra postura. Todo es necesario, nada es prescindible. Los gustos y los deseos realizan movimientos elípticos, circulares, de vueltas, de idas y de reiteradas venidas.
Y finalmente detallamos los apéndices de la obra.
Hemos articulado nuestro discurso en términos de �pintura�, con un sentido no estricto y con la sana �y exclusiva intención de acotar campos-, dado que con ello no se pretende restar protagonismos a la �escultura�. La metra distinción o clasificación de los objetos artísticos entre �pintura� y �escultura�, desde principios del s. XX y hasta nuestros días, ha venido enturbiándose hasta llegar a la más absoluta de las confusiones, y no es extraño que expresemos éste dato, dado que desde entonces en muchas de las producciones, su distinción y clasificación no sólo resulta peliaguda sino además comprometida y arriesgada. Hasta el punto de que una opinión ligera y con falta de rigor podría verse desacreditada. Igualmente, nos conviene aclarar la utilización del término �artista�, para decir que obviamente se refiere, a aquella persona que manipula una determinada gama de específicos. La idea de �artista-pintor�, o �artista-escultor�, ha quedado hoy, y desde hace bastantes décadas-, desfasada; no sólo por todo lo que supone de límite �en cuanto a la utilización de un medio, u otro-, sino por la estrecha relación que antes apuntábamos al referirnos a los �objetos artísticos�.
Las palabras utilizadas, por otra parte, no presentan filigranas estilísticas o gramaticales, sino que hemos renunciado de los recargos innecesarios y hemos apostado por la claridad a la hora de llamar a las cosas por su nombre.
El texto se acompaña con ilustraciones, a fin no sólo de contribuir a realizar una la lectura más amena, sino de confrontar visualmente lo escrito como fuente de información.
Existen limitaciones voluntarias �son las que se refieren a la acotación propiamente dicha del tema propuesto-, y las inevitables que toda persona, indiscutiblemente, tiene para el desarrollo de cualquier trabajo que emprenda.
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