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Resumen de Análisis de las características clínico-analíticas, hsitológicas y evolutivas de la infección crónica por el virus de la hepatitis B, antígeno-HBe negativo, según los niveles de GPT al diagnóstico y en la evolución

Antonio Guardiola Arévalo

  • En las últimas décadas se ha comprobado que los pacientes en fase de antígeno e negativo (AgHBe (-)) son el grupo más numeroso dentro de la infección crónica por el virus de la hepatitis B (VHB). Nos propusimos ver las características de este tipo de pacientes a través de la enzima Glutámico-pirúvica transaminasa (GPT) al diagnóstico y en la evolución, intentando aportar más información a las áreas todavía con dudas en la historia natural de este grupo de pacientes.

    Realizamos un estudio observacional de cohorte retrospectivo de pacientes diagnosticados de infección crónica por VHB AgHBe(-) al diagnóstico (junio 2005-diciembre 2012). Criterios de exclusión: otras hepatopatías asociadas, tratamiento previo para la hepatitis crónica por VHB (HBC). Se recogieron cada 6 meses variables clínico-analíticas, serológicas, carga viral (ADN) del VHB por técnicas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Se realizó estudio histológico según indicación clínica por biopsia hepática o en su defecto Fibroscan®. Para el seguimiento de GPT y ADN se incluyó sólo a pacientes con ¿3 analíticas. Se realizó un análisis comparativo de los pacientes con y sin alteración de la GPT al diagnóstico y en la evolución. Se buscó un punto de corte de GPT normal al diagnóstico que predijera la alteración de esta en la evolución, un punto de ADN al diagnóstico que predijera la elevación de este por encima de 2000 UI/ml, así como un punto de corte de GPT y ADN que prediga la necesidad de tratamiento, a través de un análisis de curvas ROC. Se comparó el punto de corte de GPT dentro de la normalidad hallado mediante curvas ROC con el punto de corte clásico dentro de la normalidad de GPT teniendo en cuenta el sexo (30 mU/ml para hombres y 19 mU/ml para mujeres). Se consideraron acontecimientos de mal pronóstico: desarrollo de cirrosis, descompensaciones, hepatocarcinoma, necesidad de tratamiento y éxitus por la hepatopatía. Se consideraron valores estadísticamente significativos p<0.05.

    Las características basales de nuestra serie no difieren mucho de lo descrito en la literatura, a excepción de un mayor porcentaje de mujeres (54%), existiendo un alto porcentaje de pacientes extranjeros (38%). Se realizó estudio histológico a casi el 50% de la serie, objetivándose cirrosis en el 6,1% de los casos.

    La GPT al diagnóstico es normal en casi el 75% de los pacientes, si bien esto no indica que sean un grupo homogéneo, lo que requiere una monitorización de estos pacientes, sobre todo en los primeros 3 años desde el diagnóstico, que es donde más del 75% de los pacientes alcanzan el pico de GPT y ADN, para establecer en qué estadio de la enfermedad se encuentran.

    La GPT al diagnóstico puede marcar la evolución en una gran proporción de pacientes. Los pacientes durante la evolución, en su mayor parte, se mantienen en la misma situación de la GPT basal, pero con un porcentaje de cambio respecto a la GPT basal nada despreciable (23,7% de los GPT normales y el 18,18% de los GPT alterados al diagnóstico). El ADN basal en relación con la GPT basal nos ayuda a predecir esta evolución, así los pacientes con GPT persistentemente normal (GPTPN) en el 95% de los casos presentan un ADN pico <20.000 UI/ml, y los pacientes con GPT persistentemente alterada (GPTPA) sólo en el 33,3% de los casos presentan ADN pico <2000 UI/ml. En el análisis de los acontecimientos de mal pronóstico en el seguimiento vemos cómo los pacientes con GPTPA presentaron un porcentaje mayor de acontecimientos de mal pronóstico (p<0,05), principalmente en relación a la necesidad de tratamiento.

    Un ADN al diagnóstico mayor de 900 UI/ml predice la elevación de este por encima de 2000 UI/ml en la evolución, y una GPT basal mayor de 38 mU/ml y un ADN mayor de 6000 UI/ml la necesidad de tratamiento, con un alto valor predictivo negativo (VPN). A su vez, el punto de corte de 25 mU/ml de GPT en el análisis de curvas ROC fue el punto de corte que mejor predijo el cambio de GPT normal a alterada (80,65% de pacientes correctamente clasificados). No hemos encontrado diferencias entre el punto de corte de 25 mU/ml vs 30 mU/ml para hombres y 19 mU/ml para mujeres de GPT. Además el punto de corte de GPT teniendo en cuenta el sexo presenta peores valores predictores como punto de corte para predecir la alteración de la GPT por encima de 40 mU/ml, con un porcentaje de pacientes correctamente clasificados inferior al punto de corte de 25 mU/ml (66,67% vs 80,65 %;p=0,014). Los pacientes con GPT normal alta (26-39) al diagnóstico presentan de forma estadísticamente significativa un mayor porcentaje de acontecimientos de mal pronóstico en la evolución en relación a los pacientes con GPT normal baja (0-25) (15,21% vs 3,44%; p=0,04). En conclusión, la GPT al diagnóstico en los pacientes con infección crónica por VHB AgHBe(-) es una herramienta útil, que junto con el ADN, nos ayuda a predecir la evolución en este tipo de pacientes. Aunque la mayoría de los pacientes presentan GPT normal al diagnóstico, esta población no es homogénea, pudiendo ser útiles los puntos de corte hallados en nuestro trabajo para predecir pacientes de peor evolución, lo que podría plantear un diferente seguimiento.


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