Al proyectar a finales de los 90 la tesis Lo cultural y social en libros de español LE hechos en el exterior: la imagen didáctica de España en el mundo desde los años 40 había planteado unos ejes fundamentales basados en: 1º El tiempo: desde la 2ª Guerra Mundial hasta la conclusión del siglo XX, procurando que los cursos seleccionados para cada país estuvieran lo más esparcidos posible dentro de este período con el fin de que quedara bien representado. 2º El material educativo: me centraría exclusivamente en libros de texto para el alumno, dejando de lado otros elementos que pueden formar parte de un curso de idiomas (cintas de audio y vídeo, disquetes y discos compactos de ordenador, libros guía para el profesor, cuadernillos de ejercicios o actividades para los estudiantes, solucionarios independientes...). 3º El nivel: habrían de ser cursos generales para aprender español; rechazaría aquellos libros que se enfocaran a un interés muy parcial o específico (español médico, de los negocios, manuales de español para defenderse exclusivamente durante un viaje, lecturas simplificadas y graduadas, relatos breves, etc.). Mi interés prioritario sería por los libros destinados a adolescentes y, preferentemente, pensados para su uso en centros de enseñanza media de cada nación (por tanto, un nivel supuestamente intermedio). 4º Los países: seleccionados por los siguientes criterios: a) la envergadura política y económica de los mismos: Estados Unidos, República Federal de Alemania, Francia y Reino Unido; b) su reconocida tradición en el aprendizaje y enseñanza de lenguas extranjeras: Países Bajos, Dinamarca y Suecia; c) su proximidad geográfica respecto de nosotros: Marruecos; d) su proximidad cultural, lingüística o racial: Portugal e Italia; e) ser últimamente países de gran pujanza económica y cultural, además de contar con favorables perspectivas de futuro: Japón y Canadá; f) haber sido naciones con regímenes ideológicos y políticos opuestos al nuestro: URSS y República Democrática Alemana. 5º Los autores: no determiné nada sobre ellos en el proyecto de tesis, sólo me comprometía a seleccionar libros de texto «hechos en el país de origen»; sin embargo, luego pensé que, para reflejar mejor la visión que de nosotros han tenido en el exterior, los autores deberían ser preferentemente del país extranjero en cuestión o, si no, que al menos los redactores principales del libro o la mayor parte de ellos, en el caso de ser varios, lo fueran. 6º La difusión: tenía que tratarse de las obras más editadas o de mayor éxito de ventas, lo que equivale a decir, las más difundidas en el país de origen. Naturalmente, mis primeras averiguaciones iban encaminadas a una búsqueda que cumpliera todas estas condiciones; pero en el curso de la indagación me fui percatando de que todas ellas y en todos los países no era posible lograrlas, lo cual me forzó a ir relajando un poco algunas de las premisas de búsqueda que había planteado.
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