La Enfermedad de Behçet (EB), descrita por Hulusi Behçet, en 1937, en 2 pacientes que presentaban ulceraciones orales y genitales e iritis con hipopion, es una enfermedad de etiología desconocida en la que los estudios epidemiológicos hacen sospechar que existen factores geográficos, ambientales y genéticos que la condicionan. El diagnóstico de EB se apoya exclusivamente en datos clínicos ya que no existe ningún marcador clínico, biológico ni histológico de la enfermedad y, hasta ahora, no hay unidad de criterios diagnósticos ya que la eficacia de los distintos sistemas varía de un país a otro. Casi 60 años después de la descripción inicial de la enfermedad de Behçet (EB), sigue existiendo una importante inseguridad diagnóstica, lo que conlleva una difícil estimación de su verdadera incidencia y de su epidemiología. Desde los estudios de Ohno en 1972, se conoce la mayor frecuencia de HLA-B5 (subtipo B51) en los pacientes con EB, sobre todo en los países donde la frecuencia de este alelo es alta en la población general, y se investiga su papel como marcador de la enfermedad y como elemento diagnóstico y pronóstico en los pacientes. Por otro lado existen claras diferencias en la distribución geográfica dicha asociación y, así mismo, se están estudiando otras moléculas del sistema HLA en la EB para intentar profundizar en sus relaciones genético-clínicas. En los últimos años se han desarrollado varias técnicas para la tipificación HLA a nivel molecular mediante tipificación HLA-ADN: Determinación de la variación en la longitud de los fragmentos de restricción (RFLP) y métodos basados en la amplificación, mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), de segmentos que codifican las porciones más polimórficas de las moléculas, con oligonucleótidos específicos de secuencia. Es esta última técnica, dado su avanzado poder discriminante para el análisis molecular, la que hemos empleado, en el estudio de moléculas de clase II, como complemento de métodos serológicos clásicos. La justificación de este trabajo es el estudio sistemático del sistema HLA en un grupo de 71 pacientes con EB, procedentes de una zona geográfica concreta (Andalucía) con los siguientes objetivos: 1.- Analizar la asociación de las moléculas de clase I y II con la EB en nuestro entorno, empleando, junto a métodos serológicos (moléculas clase I y II), técnicas de estudio de ADN mediante PCR-SSO. 2.- Estudiar las posibles correlaciones entre las distintas moléculas HLA y la sintomatología clínica. 3.- Valorar el papel de las moléculas HLA como elementos diagnósticos y/o pronósticos en la EB. Las conclusiones más importantes que se ha obtenido son las siguientes: Ninguna de las moléculas HLA-A tenía una distribución significativamente diferente entre controles y el total de pacientes con EB. No obstante, existe una asociación negativa entre A29 y la presencia de manifestaciones cutáneas y neurológicas y de A24 con la de manifestaciones articulares. En cuanto a HLA-B, la frecuencia de B51 está significativamente aumentada en pacientes con EB con patología ocular, cutánea o digestiva, y es menor en la población control (aunque sin alcanzar significación estadística) en paciente con sintomatología neurológica. La asociación con B51, es mucho mayor en pacientes con afección ocular y máxima en varones con uveítis refractaria y, en los pacientes varones con B51+, la edad de comienzo de la enfermedad es más precoz, la afección ocular más frecuente, y también más precoz, y las manifestaciones neurológicas son más raras. La distribución de B15 es inversa (con significación estadística) a la de B51: Más frecuente en los subgrupos con afección articular y de SNC y más rara en la serie ocular y B45 aparece con frecuencia mayor de lo esperado en las series trombótica y neurológica. Para moléculas de clase II hay asociación negativa de DQB1*0501 y positiva de DQB1*0303 con los pacientes con EB (ambas asociaciones de forma -casi- significativa). Se aprecia asociación positiva de DRB1*4, muy cercana a la significación estadística, con manifestaciones oculares, y de DRB1*10 con manifestaciones neurológicas. El conjunto de alelos que codifican para molécular DQ5 (DQB1*0501+DQB1*0502+DQB1*0503) se asocia negativamente al conjunto de pacientes con EB, especialmente a los que presentan sintomatología cutánea. DQB1*0303 se asocia positivamente con el subgrupo de pacientes con uveítis refractaria, por lo que podemos considerarlo como un indicador de gravedad y, por último, las manifestaciones cutáneas se asocian positivamente a DQB1*0301y negativamente con el conjunto de los alelos que codifican para DQ5. En los pacientes con EB hay asociación positiva de B51 con DRB1*11 y DQB1*0301 y negativa con DQ5. El haplotipo DRB1*6-DQB1*0501, excepcional en la población control y es significativamente más frecuente en los pacientes, especialmente en los que presentan afección ocular.
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