La práctica regular de ejercicio físico se ha mostrado como una herramienta eficaz para la prevención primaria, secundaria y terciaria de multitud de patologías que se hacen más prevalentes con la edad. Pese a esto no hemos podido encontrar publicaciones científicas a cerca de la influencia del ejercicio fisico en el consumo de fármacos en la tercera edad.
Hemos realizado un estudio retrospectivo, Casos-Control (Activos-Sedentarios), de dos grupos de pacientes mayores de sesenta y cinco años, en el que se ha valorado el consumo de fármacos por parte de los participantes durante un periodo de tiempo de cuatro años. Las conclusiones de la presente tesis son las siguientes:
1.- La práctica regular regular de ejercicio fisico reglado, podría ayudar a minimizar el incremento del consumo de fármacos que se produce, con el paso de los años, en pacientes mayores de sesenta y cinco años. Consecuentemente, también se podría moderar el coste de los fármacos consumidos por los payores participantes en un programa reglado de ejercicio físico.
2.- Los efectos beneficios del ejercicios, sobre el consumo de fármacos parecen precisar de la realización regular de la actividad física, al menos durante dos años, aunque se hacen precisos estudios con tamaños muestrales mayores, para poder aclarar con rotundidad el tiempo necesario para que el ejercicio provoque este efecto beneficioso.
3.- El mejor marcador, sobre la influencia del ejercicio físico en el consumo de fármacos, parece ser el consumo o no de un determinado fármaco, y no otros marcadores tales como el coste o la dosis de fármaco que consume.
4.- La práctica regular de ejercicio físico, podría moderar el incremento del número medio de fármacos consumidos al día por personas mayores de sesenta y cinco años. Este efecto moderador parece ser más marcado en mujeres.
5.- La práctica regular de ejercicio físico parece inducir un efecto moderador, sobre el incremento del consum o, de fármacos antihipertensivos, que se produce en pacientes hipertensos mayores de sesenta y cinco años. La consecución de este efecto, probab lemente requiera la realización de ejercicio de forma regular, al menos, durante dos años.
6.- La práctica regular de ejercicio físico, parece moderar el incremento del consumo de fármacos diuréticos, hipolipemiantes, antiosteoporóticos, antirreumáticos y antiinflamatorios, que se produce en pacientes mayores de sesenta y cinco años que no realizan actividad física.
7.- La realización regular de actividad física podría moderar el incremento del coste de fármacos hipolipemiantes, antiosteoporóticos, antirreumáticos y antiinflamatortios, que se produce con el paso de los años, en pacientes mayores de sesenta y cinco años.
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