El estudio de la dispersión es un componente fundamental de la ecología, pues confiere a los seres vivos de capacidad para responder a condiciones cambiantes o para escapar de la competencia con otros organismos. Dicho estudio adquiere gran complejidad en el caso de los organismos sésiles como las plantas, especialmente los fenómenos a larga distancia (long distance dispersal, o LDD), muy habitualmente ligados a la dispersión sexual y por lo tanto a las semillas. Comprender la LDD es clave para entender las dinámicas poblacionales asociadas a las metapoblaciones, la colonización de nuevos ambientes o la naturalización de especies alóctonas. La ganadería extensiva, que representa el uso del suelo más extendido del planeta, ha demostrado ser un vector importante para gran cantidad de especies vegetales, en especial en pastizales. La trashumancia de ovejas, parte importante del paisaje ibérico durante milenios, cubre distancias muy destacables en sus desplazamientos que la señalan como un importante fenómeno a estudiar. La sincronización de dichos desplazamientos con los momentos de mayor disponibilidad de semillas para la dispersión significa que las ovejas trashumantes han sido importantes vectores, tanto para la epizoocoria o dispersión de semillas adheridas a su pelaje como para la endozoocoria o dispersión por heces, con distancias de gran magnitud recorridas por las semillas dispersadas. La dispersión por ovejas cubre zonas muy amplias y es capaz de superar barreras biogeográficas importantes, resaltando el papel que juega para la conectividad de los ecosistemas. La extraordinaria capacidad de retención de semillas por parte de la lana también podría explicar la naturalización de algunas especies alóctonas de pastizales. Los intensos fenómenos de depredación de semillas en pastizales mediterráneos por parte de hormigas del género Messor afectan a las semillas dispersadas en heces, pero la coincidencia en el tiempo de los movimientos trashumantes con una actividad limitada de las hormigas significa que el impacto en la LDD es limitado, y relativamente mucho más débil que la depredación observada entre movimientos trashumantes durante el verano. Tales procesos dispersivos, junto con otras interacciones ecológicas de la oveja, muestran que la ganadería extensiva con una componente móvil, como en el caso de la trashumancia en España pero también de otros pastores transhumantes o nómadas en las tierras áridas, montañosas y frías del planeta, cataliza procesos ecológicos importantes para los ecosistemas, derivados de su similitud con los herbívoros silvestres. La comprensión de todos estos fenómenos a una escala global puede ayudar a entender los cambios provocados por el cambio de uso del suelo, la intensificación de la producción ganadera y el incremento del transporte de ganado a grandes distancias. El mantenimiento de las actividades pastoriles puede ser importante para hacer frente al contexto de cambio global en el que se halla inmersa la humanidad.
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